Nunca un evento se hizo esperar tanto como la 38 edición de la Feria Regional de Artesanía de Pinolere, que fue suspendida en tres ocasiones debido al incendio forestal que asoló a la Isla y que también afectó a este barrio de La Orotava.
Finalmente, tres meses después de lo inicialmente previsto, ayer por fin abrió sus puertas la feria en la que participan 170 artesanos de toda Canarias, que este año está dedicada a los timpleros y artesanos constructores de timples de Canarias y que podrá visitarse hasta mañana de 10.00 a 20.00 horas.
La inauguración fue presidida por la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila; el director general de Agricultura del Gobierno de Canarias, Javier Gutiérrez; el alcalde de La Orotava, Francisco Linares, y el presidente de la Asociación Cultural Pinolere, Leoncio Luis, además de otros representantes locales, insulares y regionales, quienes coincidieron en la importancia de esta muestra, única en todo el Archipiélago.
El acto se inició con la entrega de distinciones: primero, la de los Cho Feriantes de Honor 2023, y, posteriormente, el XX Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava 2023.
Los Cho Feriantes de Honor es el máximo reconocimiento que otorga la Asociación Cultural Pinolere para distinguir el trabajo, la colaboración y el apoyo desinteresado a quienes han prestado desde los inicios su apoyo a sus proyectos sociales, culturales y educativos encaminados a dignificar la cultura popular de Canarias.
Este año recayeron en Canaragua S.A. en la modalidad Empresarial, mientras que en la Institucional la homenajeada fue la Parranda Chaboco, de Pinolere, y en la individual, Antonia María Bethencourt Díaz, conocida como Toñi, responsable de la gestión diaria administrativa de la Asociación.
El Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava, que otorga el Ayuntamiento desde hace veinte años, lo recibió este año el timplero Francisco Fariña Izquierdo, considerado uno de los mejores de Canarias, cuyos timples han conseguido traspasar fronteras y venderse en diferentes países del mundo.
Visiblemente emocionado, Fariña subió a recoger el premio y se limitó a agradecerlo y confesar el orgullo que le suponía ser merecedor del mismo. Minutos antes se proyectó un vídeo con su trayectoria, en el que subrayaba la necesidad de un relevo generacional para que este oficio artesano se conserve y pueda trasladar su conocimiento a los más pequeños evitando así que se pierda.
Javier Gutiérrez reconoció la labor de los artesanos en la preservación y difusión de la cultura y las tradiciones canarias, pero también la necesidad de “garantizar la sostenibilidad de la actividad artesana potenciando el papel del sistema productivo”.
En este sentido, animó a todos los artesanos “a seguir en la labor del asociacionismo y la colaboración para hacer viable esta actividad económica”.
El segundo en tomar la palabra fue Francisco Linares. Recordó que 40 días atrás el fuego “estuvo a un metro” del Parque Etnográfico de Pinolere, “pero debido a la actuación ejemplar realizada se pudo conservar este espacio, que tanto dinero ha costado a las administraciones públicas en los últimos años”.
El mandatario remarcó que es la 38 edición “de no cualquier feria, sino de un proyecto cultural asociado a la feria” y, por eso, desde hace 20 años se llama Proyecto Cultural Pinolere, porque desarrolla una serie de actividades que se mantienen gracias a una apuesta institucional importante, “aunque no siempre fue así”, puntualizó.
El alcalde abogó por “dignificar, mimar y proteger el sector artesano, pero eso tiene que ir acompañado de una ficha financiera” y consideró que “es el camino que los gobiernos tienen que seguir”.
También valoró la importancia del relevo generacional. “Nos tenemos que ocupar de trasladar toda la sabiduría de personas como Francisco Fariña y para ello tenemos que ahondar en los proyectos educativos para enseñar, aparte de la globalidad del mundo, la identidad canaria, y ser timplero forma parte de ella. Protejamos a los artesanos porque si nos quedamos sin ellos, un cachito de la historia la dejamos hipotecada para las generaciones jóvenes que vengan”, dijo por último el alcalde.
Rosa Dávila tampoco se olvidó de la incertidumbre generada por el fuego en Pinolere y en los núcleos cercanos que puso en riesgo de la celebración de la feria. “Pero el tesón, el coraje y el emprendimiento de la Asociación Cultural Pinolere hace que otra vez nos encontremos aquí”, sentenció.
Por último, la presidenta insular coincidió con Linares en apoyar económicamente a la artesanía. En esa línea, confirmó que el Cabildo “acaba de aprobar un presupuesto que hace un esfuerzo enorme en la artesanía y esperamos poder dar respuesta a ese esfuerzo de los artesanos y reivindicar la identidad canaria a través de los oficios tradicionales”.