Se trataba de frenar la caída libre y el CD Tenerife lo logró 70 días después de su último triunfo liguero. Un tempranero gol de cabeza de José León sirvió para derrotar a un Eldense que apenas inquietó a Juan Soriano. Solo se trataba de lograr tres puntos y evitar seguir acercándose a los puestos de descenso. Lo de arreglar el problema futbolístico no tocaba ayer en el Heliodoro y, probablemente, ni siquiera ya tenga solución esta campaña.
Las cosas no pudieron empezar mejor para los locales, a los que se les notó una actitud distinta a la de otros partidos desde el pitido inicial. Roberto López se echó el equipo a la espalda y desde el balón parado lideró a los blanquiazules. De hecho el 1-0 nació de su zurda prodigiosa y en una acción de estrategia. Minuto ocho y el 14 tinerfeñista colgó un preciso balón que voló hacia el segundo palo, donde apareció libre de marca José León para rematar de cabeza al fondo de la portería visitante. Y si bueno fue el centro y el remate, no menos destacable fue el movimiento de arrastre de Enric Gallego al primer palo, acción totalmente necesaria para que los centrales permitiesen la entrada libre a un León que anotaba su primer gol de la temporada.
El gol permitió quitarse presión, aunque los alicantinos pusieron de inmediato el susto, en un centro de Álex Bernal cargado de veneno que se paseó por los dominios de Soriano sin rematador.
Poco después, Rahmani lo intentó con un disparo que repelió a saque de esquina el meta del Eldense, quien veía que se le iba acumulando el trabajo en estos primeros minutos de partido. También José León se atrevió a probar fortuna desde lejos superado el cuarto de hora. Antes de la primera media hora de juego, volvió a aparecer Roberto en escena, sin duda la figura principal en el primer timpo tinerfeño. En el 22, el ‘14’ intentó sorprender en otra acción a balón parado. Colocó el balón en el primer palo para pillar desprevenido al cancerbero visitante. Roberto, que en esos momentos ya acumulaba n liga cinco goles y tres asistencias, se mostró muy activo siempre.
El Tenerife fue de más a menos durante la primera parte. Después de cumplirse los 30 minutos de juego, los locales se furon diluyendo ante un Eldense que inquietó poco o nada a Soriano. Tenían la posesión del esférico los de Garitano (acabó con más del 60% al descanso), pero carecía de profundidad.
La segunda parte fue uno de los despropósitos habituales de los blanquiazules. 45 minutos horrorosos de ver que acabaron con pitos del público dirigidos a un Garitano que enfadó con los cambios. Se notó el miedo en los blanquiazules por perder el botín que habían cosechado en la primera parte.
Y eso que el segundo acto arrancó con dos ocasiones muy claras para los tinerfeñistas. Antes del primer minuto, Gallego dejó solo a Álvaro con un gran pase, pero el extremo definió con un disparo que se marchó rozando el poste en el mano a mano. Aún así, la jugada había sido invalidada por un fuera de juego inexistente. Acto seguido, el ‘18’ ganó al espacio, pero un defensa del Eldense lo molestó lo justo para que Enric se trastabillara y su disparo se fuera fuera (minuto 47).
Con el paso de los minutos, el Tenerife fue perdiendo fuelle, mientras que el Eldense intentó dar un paso adelante, con tres cambios.
A Garitano le fue entrando el miedo en el cuerpo y mediante los cambios empezó a mandar mensajes claros a sus jugadores con el objetivo de conservar un resultado que era excesivamente corto.
El equipo acabó encerrado atrás y jugando con un 5-4-1 con Sergio incrustado entre los centrales para contrarrestar a un Eldense que había metido toda su dinamita.
Unos cuantos centros laterales de la escuadra alicantina encogieron el corazón del graderío, pero los locales supiron sufrir para sostener un resultado que despeja fantasmas y frena la sangría de puntos que arrastraba el equipo desde hace demasiadas jornadas.