Canarias se enfrenta a una amenaza invisible que pone en peligro la salud de sus habitantes: el gas radón. A pesar de su baja notoriedad en comparación con otros contaminantes, este gas radiactivo es una de las principales causas de cáncer de pulmón en todo el mundo y representa un riesgo significativo para los residentes de las Islas.
El gas radón, un gas incoloro, inodoro e insípido, se forma de manera natural a partir de la descomposición de minerales de uranio en la corteza terrestre. Este proceso libera partículas radioactivas que, al ser inhaladas, pueden causar daño al tejido pulmonar y aumentar notablemente el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el radón es especialmente peligroso en espacios interiores como viviendas y lugares de trabajo, donde puede acumularse en concentraciones peligrosas.
Debido a su geología volcánica y la presencia de granito en las construcciones, Canarias es una región particularmente vulnerable al gas radón. Estos factores aumentan la probabilidad de que el radón se filtre desde el suelo y se acumule en viviendas, escuelas y lugares de trabajo.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) indica que el 19% del territorio canario se encuentra en alto riesgo por radón, siendo una de las principales causas de cáncer de pulmón.
“El gas radón está presente en todos los edificios, aunque generalmente en concentraciones bajas. Sin embargo, existen áreas donde, debido a su geología, es más probable encontrar edificaciones con niveles elevados”, señala Propamsa, una empresa especializada en construcciones saludables. Según esta empresa, las áreas con potencial de radón superior a 300 Bq/m3 son consideradas zonas de actuación prioritaria.
El gas radón y los municipios canarios en los que está más presente
Los municipios más afectados en Tenerife incluyen Santa Cruz de Tenerife, El Rosario, Granadilla de Abona, San Miguel de Abona, Arona, Santiago del Teide, La Orotava, La Victoria de Acentejo, La Matanza de Acentejo, El Sauzal y Tacoronte, donde el 75% de la población reside en zonas de actuación prioritaria.
En Gran Canaria, las localidades más afectadas son Las Palmas de Gran Canaria, Ingenio, Valsequillo, San Mateo, Tejeda, Guía, Teror y Valleseco.
A pesar de la gravedad de la situación, la conciencia pública sobre el riesgo del gas radón en Canarias ha sido limitada. Muchos residentes desconocen la amenaza que representa para la salud, ya que al inhalar las partículas radiactivas emitidas, estas pueden depositarse en las células que recubren las vías respiratorias, dañando el ADN y provocando cáncer de pulmón.
Propamsa destaca la reciente aprobación del Plan Nacional contra el Radón, que establece estrategias y acciones a desarrollar por las distintas administraciones públicas durante un período de cinco años para controlar el riesgo para la salud de la población derivado de la exposición a este gas.
La detección y reducción de la exposición al radón son fundamentales para proteger la salud de la población canaria. Las pruebas de radón en el hogar y en otros espacios interiores son esenciales para identificar la presencia del gas y tomar medidas para reducir sus niveles si son elevados, como una adecuada ventilación, impermeabilización de cimientos y la instalación de sistemas de extracción de radón.
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