“Eres un choni” o “no te hagas el choni”. El español de Canarias es sumamente rico. La Academia Canaria de la Lengua, fundación pública dependiente del Gobierno de Canarias, tiene como principales objetivos el estudio y descripción de la variedad canaria de la lengua española y de la producción literaria desarrollada en las Islas y es allí donde se encargan de mimar esas palabras.
Muchos y muchas conocemos la expresión choni que, curiosamente, poco tiene que ver con la que se usa, por ejemplo, en la Península, donde se refiere, según la RAE a una “mujer joven que pretende ser elegante e ir a la moda, aunque resulta vulgar”, pero tiene un origen sumamente curioso y mucho más lejano de lo que puede parecer.
El origen de la palabra choni y los barcos ingleses
A finales del siglo XIX los muelles canarios se encontraban atestados de barcos ingleses. Aquello era una suerte para las Islas, que disfrutaban de productos llegados desde miles de kilómetros de distancia, tejiendo verdaderas redes económicas.
Johny era uno de los nombres que los canarios escuchaban más comunmente con la llegada de aquellas naves, el nombre fue derivando a choni para referirse a un turista extranjero, especialmente de habla inglesa. Aquello se fue extendiendo hasta aludir a chonerío, cuando se refería a un grupo de turistas de la misma procedencia.
El Diccionario ejemplificado de canarismos de Cristóbal Corrales Zumbado y Dolores Corbella Díaz, también se refirió a choni como una persona “boba o tonta”, como en la frase “no seas choni” o “no te hagas el choni”, un significado que ha llegado hasta nuestros días. En Lanzarote se usa como alguien ingenuo o que no tiene maldad “lo cogieron de choni”, mientras que en Tenerife se refiere a aquella persona que elude pagar e intenta siempre que todos sus planes sean gratis.