Investigadores de la Universidad de La Laguna han constatado la presencia de microplásticos en aguas subterráneas de La Palma y El Hierro y en concentraciones variables, según las muestras analizadas y con tamaños que varían desde los 35 hasta los 1.900 micrómetros (milésimas de milímetro).
El estudio científico sobre microplásticos ha sido elaborado y liderado por el grupo de investigación de Ingeniería Geológica, Innovación y Aguas (Ingenia) de la Universidad de La Laguna, dentro del proyecto europeo Arsinoe.
El objetivo principal de la investigación fue analizar la presencia de microplásticos en el agua subterránea de las islas de La Palma y El Hierro para comprender mejor el estado actual del agua y evaluar los posibles riesgos para la salud humana, animal y ambiental.
Además, se buscó llenar un vacío en la investigación sobre la contaminación en acuíferos, especialmente en islas volcánicas, donde apenas hay referencias científicas. Por tanto, la Universidad de La Laguna se convierte pionera en el campo.
Investigación
Para el estudio, publicado en la revista Journal of Contaminant Hydrology, se recolectaron muestras de agua de nueve ubicaciones diferentes en las islas de El Hierro y La Palma durante diciembre de 2022.
Las muestras se procesaron y se analizaron utilizando espectroscopía infrarroja y microscopía para identificar y cuantificar los microplásticos presentes en las muestras.
Así, se aplicaron estrictas medidas para minimizar la contaminación durante el muestreo y el procesamiento de laboratorio, “dado que este es uno de los problemas que presentan este tipo de estudios vinculados al agua”, indicó la autora principal del estudio, la investigadora Joselín Rodríguez Alcántara.
Los resultados revelaron la presencia de microplásticos en todas las muestras de agua subterránea analizadas, con concentraciones variables. En La Palma, oscilaron entre 6 y 12 partículas por litro (n/L), mientras que, en El Hierro, las concentraciones fueron ligeramente más altas, entre 1 y 23 n/L.
Los polímeros más comunes identificados fueron el polietileno (PE) y el polipropileno (PP), seguidos de otros como el poli (metacrilato de metilo) (PMMA) y el polietileno tereftalato (PET).
Con todo, se trata de plásticos presentes en los materiales para conformar las conducciones, “por lo que era esperable este resultado”, indica el investigador principal del proyecto Juan Carlos Santamarta.
Formas y tamaños
Las formas predominantes fueron fragmentos y películas, con tamaños que varían desde 35 hasta 1.900 micrómetros (milésimas de milímetro).
La identificación de múltiples polímeros y formas de microplásticos resalta la complejidad de la contaminación por plásticos y la necesidad de enfoques multidisciplinarios para abordar este problema.
Los autores del trabajo subrayan la importancia de continuar la investigación y el monitoreo de la contaminación por microplásticos en los acuíferos de otras islas, así como la pertinencia de puesta en práctica de políticas y prácticas de gestión de residuos más efectivas. Por último, destacan la urgencia de proteger y preservar las fuentes de agua subterráneas para garantizar la salud y el bienestar de la población y biodiversidad.