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What’s going up? El concierto más grande de Tenerife que nunca se celebró

En 1992 todo parecía listo para que algunas de las estrellas más importantes de la música, como Stevie Wonder, Mick Jagger o David Bowie actuaran en la playa de Las Teresitas
What's going up? El concierto más grande de Tenerife que nunca se celebró

Peter Smith, director del mítico espectáculo The Wall, de Pink Floid, fijó sus ojos en la playa de Las Teresitas porque era “el lugar ideal” como él mismo reconoció, para llevar a cabo el concierto más grande en la historia de Tenerife. El mundo iba a mirar a la Isla durante las actuaciones de Stevie Wonder o Elvis Costelo, además, dentro de un marco en el que se ponía en valor el medioambiente, pero nunca se llevó a cabo. ¿El motivo? Aún hoy nadie parece ponerse de acuerdo.

La Dirección General de Programas de la ONU quería celebrar un gran concierto con motivo de su vigésimo aniversario. El concierto se iba a llamar What’s going up? (¿Qué está pasando?) en homenaje a la canción de Marvin Gaye, queriendo llamar la atención acerca del rápido deterioro del medioambiente.

Tenerife tomó la delantera. Supo hacerlo, porque había logrado atraer la mirada de gente tan importante como el mencionado Peter Smith. Smith creía que la playa de Las Teresitas, por su “tamaño, acceso y facilidades de todo tipo que no hemos encontrado en otros lugares” era el marco ideal para llevar a cabo el evento, que se llevaría a cabo el 1 de mayo tras haber sido presentado, nada más y nada menos, que en las Cañadas del Teide.

Stevie Wonder, Elvis Costelo, Lisa Stanfield, Public Enemy y Presuntos Implicados serían algunos de los artistas que tomarían parte en el concierto, aunque el propio Smith había desvelado que la intención era que Mick Jagger, David Bowie o Peter Gabriel fueran las grandes estrellas del mismo. Además, cadenas de televisión de 30 países lo transmitirían en directo. El impacto iba a ser total.

¿Por qué no se celebró el concierto?

Pero llegó marzo y nada se movió. El 23 de marzo, fecha elegida para la presentación del concierto pasó sin ofrecerse demasiadas explicaciones. Sería el propio Peter Smith el que desvelaría el motivo del retraso: habían llegado quejas desde Gran Canaria.

En declaraciones a Diario de Avisos, el propio prodcutor dijo “no entender” cómo “en un lugar tan pequeño” se puede “producir este tipo de crispaciones, que ponen en peligro la celebración de un concierto que promocionará a toda Canarias”. Pese a todo, se anunció que la intención es que se llevara a cabo, citando a los medios a una nueva presentación en abril: llegaron 30 representantes de medios de fuera de la Isla, pero el acto fue cancelado a última hora.

Pasaron las semanas y, ya en julio, en pleno verano, la Comisión de Programas Ambientales de las Naciones Unidas dio carpetazo al asunto: el concierto más grande de Tenerife quedaría solo en una idea, en un recuerdo. Argentaria, que iba a ser el principal patrocinador se retiró y con ellos el resto de empresas que habían apostado por el acto.

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