Un informe elaborado por inspectores del área de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz sobre la actividad que se desarrolla en el Rastro, ubicado en el entorno del Mercado de Nuestra Señora de África, dibuja un mapa repleto de graves irregularidades en esta práctica comercial, destacando la venta de productos falsificados, medicamentos caducados e, incluso, puestos con bombonas de gas.
El documento, al que ha tenido acceso DIARIO DE AVISOS, recoge los controles llevados a cabo en el mercadillo municipal entre octubre de 2023 y abril de 2024, con el objetivo de “comprobar la asistencia de los 411 puestos y la existencia de puestos sin licencias y espontáneos”, recomendando adoptar medidas correctoras.
La mayoría de las irregularidades se centran en la calle Francisco Bonín, donde se concentra el mayor número de personas sin autorización o licencia. En esta zona, con 22 puestos asignados, el informe especifica que, “excepto cuatro o cinco, el resto de titulares no acude nunca, lo que han aprovechado espontáneos o habituales (sin licencia) para instalarse en la misma, con artículos en el suelo, ocupando aceras y zonas de paso no autorizadas”.
Dicha vía, al estar más retirada del centro neurálgico del Rastro, “se ha convertido en lugar habitual de continuos altercados, faltas de respeto a inspectores e incidencias como el desalojo de una persona ebria vendiendo artículos; la retirada del vallado a horas no autorizadas para que entren coches; medicamentos caducados requisados; trapicheo de droga; venta ilegal de alimentación (sacos de papas o verduras en el suelo) e, incluso, del consumo de arepas en coches”.
Algo que se repite en la calle Leoncio Rodríguez, avenida Buenos Aires y plaza General Gutiérrez, donde hay presencia de espontáneos, aunque “no generan tanta conflictividad al contar con la presencia policial cercana”. También, se apunta a que la ordenanza en su totalidad no la cumple ni el 5% de los puestos, que carecen de licencia expuesta; no está el titular al frente o no se ajusta lo vendido a lo que figura en el expediente. “Casi todos los domingos, procedemos a que se retiren bombonas y cocinillas de gas”, recalca el estudio, que subraya que “también se ha detectado una gran proliferación de productos falsificados, como calzado, ropa deportiva o bolsos”.