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Fin de la cuenta atrás para el primer paseo espacial privado

La misión Polaris Dawn escribirá por derecho propio una nueva página en la historia de la exploración espacial. El lanzamiento está previsto para mañana
Recreación artística de la misión Polaris Dawn. SpaceX
Recreación artística de la misión Polaris Dawn. SpaceX

Aunque en principio estaba programado para hoy, finalmente será mañana, si todo transcurre según lo previsto, cuando veremos el lanzamiento de Polaris Dawn.

La nave, una cápsula Crew Dragon de SpaceX, volará a bordo de un cohete Falcon 9 de la misma compañía desde la mítica rampa 39A, aquella que viera los lanzamientos de las misiones lunares Apolo en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado.

La tripulación de Polaris Dawn, al igual que ocurriera con los astronautas de las legendarias misiones Apolo en su momento, está destinada a escribir sus nombres en páginas destacadas de la historia de la exploración espacial.

LA TRIPULACIÓN

Los cuatro miembros de la misión Polaris Dawn han acumulado más de 2.000 horas en el simulador de la nave Crew Dragon como parte del riguroso programa de entrenamiento que han seguido a lo largo de más de dos años. Ninguno de ellos es astronauta profesional, aunque el comandante de la misión, Jared Isaacman, ya voló al espacio en 2021 en la misión Inspiration4, primer vuelo espacial con totalmente civil de la historia.

La tripulación de Polaris Dawn estará compuesta por el propio Isaacman, multimillonario fundador de la empresa de pagos Shift4 y consumado piloto de aviones con varios récords de vuelo en su haber. Scott Poteet, amigo personal de Isaacman y teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea estadounidense con más de 20 años de servicio a sus espaldas, será el piloto de la nave Crew Dragon. Sarah Gillis, especialista de misión, es ingeniera y directora del programa de entrenamiento de astronautas en SpaceX. Por su parte, Anna Menon, especialista de misión y oficial médica, trabaja también en SpaceX como ingeniera principal de operaciones espaciales.

Desde la izquierda, Anna Menon, Scott Poteet, Jared Isaacman y Sarah Gillis. SpaceX
Desde la izquierda, Anna Menon, Scott Poteet, Jared Isaacman y Sarah Gillis. SpaceX

LA MISIÓN

Polaris Dawn es la primera de las tres misiones que componen el programa Polaris, financiado conjuntamente por Isaacman y SpaceX con el objetivo de desarrollar y probar tecnologías necesarias para las futuras misiones tripuladas a Marte, así como avanzar en el conocimiento de los efectos en el cuerpo humano de los viajes espaciales de larga distancia.

A lo largo de los cinco días de vuelo se llevarán a cabo un total de 40 experimentos científicos diferentes, pero, sin lugar a dudas, el que más destaca por su espectacularidad y también por los riesgos que implica no será otro que el paseo espacial. Para empezar, será la primera actividad extravehicular de carácter privado que se lleve a cabo en el espacio, lo que en sí mismo constituye un hito que merece un lugar en las páginas de la historia. Además, el desafío técnico que implica es más que considerable. Por una parte, la Crew Dragon no cuenta con esclusa de aire, lo que implica que es necesario despresurizar la nave al completo para poder abrir la escotilla y salir al exterior. Evidentemente, esto implica que los cuatro miembros de la tripulación quedarán expuestos al vacío, por lo que todos deberán vestir trajes espaciales. Precisamente estos trajes constituyen otro desafío, ya que será la primera vez que se pongan a prueba en el entorno extremadamente hostil del espacio, con el riesgo que ello conlleva.

Sin embargo, no serán los cuatro miembros de la tripulación los que saldrán al exterior, un honor reservado exclusivamente para Isaacman y Gillis. Ambos astronautas permanecerán en todo momento anclados a la nave mediante cordones umbilicales. Por medio de estas mangueras recibirán también el soporte vital, ya que los trajes de SpaceX, al contrario que los trajes espaciales que acostumbramos a ver en las actividades extravehiculares de la Estación Espacial Internacional, no son autónomos, al no contar con la voluminosa mochila que alberga el sistema de soporte vital.

El paseo espacial durará alrededor de dos horas y se llevará a cabo en una órbita de aproximadamente 700 kilómetros de altitud, más de 300 por encima de la Estación Espacial Internacional. Esto lo convierte en la actividad extravehicular a mayor altitud desde las misiones Apolo. Del mismo modo, los 1.400 kilómetros del punto más lejano en la órbita de Polaris Dawn representarán el mayor alejamiento de un ser humano de nuestro planeta desde el vuelo del Apolo 17, en 1972. Toda la actividad será retransmitida en directo desde diferentes cámaras instaladas tanto en el interior como en el exterior de la nave y que capturarán cada momento de este histórico paseo espacial.

La altitud de la misión llevará a Polaris Dawn a adentrarse en los cinturones de radiación de Van Allen, que se extienden a partir de 1.000 kilómetros de la superficie terrestre. Estos cinturones son zonas de partículas de alta energía generadas por el viento solar que han sido capturadas por el campo magnético de la Tierra, que las mantiene alrededor de nuestro planeta.

Muchos de los experimentos científicos programados en la misión están orientados a comprender mejor los efectos en el cuerpo humano de las radiaciones cósmicas en el espacio profundo y se espera recopilar datos que serán muy valiosos de cara a las futuras misiones tripuladas a Marte.

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