El CD Tenerife mantiene un abrupto día a día en el que la única buena noticia es el notable comienzo liguero del filial en categoría nacional. De lo demás, todo son conflictos, malas sintonías, flojo rendimiento y triste imagen deportiva e institucional de una entidad que pocas veces se había visto en esta situación en tiempos modernos.
Ayer el máximo accionista de la institución, José Miguel Garrido, ofreció una entrevista en los micrófonos de Canarias Radio La Autonómica en la que repasó la dura actualidad blanquiazul y donde mandó algunos mensajes y retos para el entorno y para los políticos que han manifestado su preocupación por el camino que ha tomado el club en este ejercicio liguero.
El empresario madrileño defendió el modelo de gestión del club, cuestionado por su presidente, Paulino Rivero, y por el que protestarán la semana que viene en su contra diversos colectivos de aficionados del Tenerife en una manifestación convocada antes del partido de la sexta jornada ante el Sporting de Gijón en el estadio Heliodoro Rodríguez López.
Garrido afirmó que desconocía la convocatoria de esa concentración pública, prevista para el domingo 22, y aunque los aficionados están “en su derecho de manifestarse mientras se haga con respeto”, entiende que es algo “que no ayuda demasiado”, al tiempo que pide cambiar los cánticos en su contra: “En vez de Garrido vete ya, debería ser Garrido vende ya”, dijo.
Según remarcó, el modelo de gestión “es el mismo desde el primer día” y atribuyó el descontento popular solo a los resultados deportivos del equipo, confiando en que, el próximo sábado, puedan reconducir la situación ganando al Éibar en el estadio de Ipurúa.
“Estoy preocupado y fastidiado porque no hemos tenido el inicio que esperábamos, más por errores nuestros que por aciertos de los rivales. Tenemos que salir de esta situación, pero con calma y tranquilidad; hay que dejar trabajar, porque tengo una gran confianza en la plantilla y sé de lo que es capaz”, argumentó.
Ahora bien, preguntado por si esa confianza es ilimitada también respecto a Óscar Cano, como sucedió la temporada anterior con Asier Garitano, al que se mantuvo en el cargo hasta el final, Garrido dijo que, “en el fútbol, el crédito ilimitado no lo tiene nadie”, ni siquiera él como máximo accionista. En ese sentido, aseguró de forma tajante que nadie le ha hecho una oferta para comprarle las acciones. “Ojalá”, deslizó.
“Al aficionado le da igual lo que pase con Garrido, lo que le importa son los resultados y que su equipo gane”, sostuvo antes de indicar que ninguno de los otros tres grandes accionistas que forman el sindicado le ha pedido que se marche de la entidad, “pero, por más que se repita una mentira mil veces, no se termina convirtiendo en verdad”, añadió.
“No he vendido ni una acción, soy el único que no ha ganado dinero, pero no tengo ningún problema: si me hacen una oferta que me interese, a lo mejor la estudio, pero es que no ha habido ninguna oferta. Me las iban a comprar el 19 de agosto y sigo esperando”, reiteró.