La Universidad de La Laguna y el Cabildo Insular de Tenerife renovaron el lunes pasado el convenio mediante el cual personal técnico de la institución académica continuará realizando el estudio dinámico de los niveles de gas radón de la Cueva del Viento, en el municipio norteño de Icod de los Vinos.
El acuerdo fue rubricado por el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, y el presidente del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular de Tenerife, José Carlos Acha, y en él se especifica que los trabajos técnicos necesarios serán realizados por el personal del Laboratorio de Física Médica y Radioactividad Ambiental del Servicio General de Apoyo a la Investigación del centro académico, entidad que ya viene realizando este control desde la firma del convenio original en julio de 2022.
Esta renovación tiene nuevamente una periodicidad bienal y contempla aspectos como la instalación de detectores para medir la concentración de gas radón en la cueva, estudiar las variaciones de dicha concentración según las diferentes variables ambientales y meteorológicas; establecer el valor promedio anual de este fluido y las dosis recibidas tanto por los visitantes esporádicos de la cueva como del personal que trabaja en ella; y, en función de todo lo anterior, estipular consideraciones en caso de que los niveles de exposición superen los valores recomendados.
El gas radón se genera de manera natural en ámbitos rocosos como es la Cueva del Viento, se trata de un proceso normal que puede intensificarse en determinados momentos de año, como el verano, ya que aumenta la sequedad del suelo. Pero es necesario vigilar sus niveles porque su exposición prolongada posee potencial cancerígeno. De ahí que se adopten medidas como que el tramo visitable por turistas sea el más exterior y, por tanto, más aireado; o que el personal que trabaja en esa localización lo haga un número de horas muy concreto y controlado.
Estos trabajos ya en curso están permitiendo tener un mayor conocimiento de la dinámica de la cueva, pues se analizan factores como la ventilación, la circulación del aire y la permeabilidad de suelo y rocas. Además, se realiza un control dosimétrico de las personas que trabajan en el lugar, para asegurar que su exposición al gas está en los límites seguros establecidos legalmente.
El mayor tubo volcánico de Europa
La Cueva del Viento es una cavidad volcánica enclavada en este barrio de Icod de los Vinos que lleva el mismo nombre. Se formó hace 27.000 años en lavas basálticas procedentes de la primera fase eruptiva del volcán Pico Viejo, situado junto al Teide. Este tubo volcánico, cuyo nombre se debe a las importantes corrientes de aire que se producen en su interior, es el sexto más largo del mundo (18 kilómetros topografiados) tras los cuatro primeros que se encuentran en la isla mayor del archipiélago de Hawaii (Estados Unidos). Constituye una enorme red laberíntica de pasajes subterráneos, siendo innumerables las ramificaciones aún sin explorar que permitirán ampliar su longitud en el futuro.
La Cueva del Viento recibió la visita de 22.837 personas de 63 nacionalidades durante el año pasado, el 95,5% de ocupación respecto al total de plazas ofertadas. La afluencia de público durante 2023 pone de manifiesto el interés que despierta esta cueva, uno de los más valiosos atractivos naturales de Icod y de la Isla, incluso entre la población local, ya que 4.763 canarios conocieron el año pasado el interior de este tubo volcánico, el más largo de Europa y el sexto del mundo. No es de extrañar por ello que se haya convertido en uno de los principales reclamos turístico-culturales del Norte de Tenerife.
En 2023, se realizaron en la cueva 1.594 rutas guiadas, de las que 813 fueron en español, 478 en inglés, 193 en alemán y otras 110 específicas para grupos. En las rutas para escolares, participaron 580 estudiantes de 28 centros de la Isla, con una entrada bonificada por el Cabildo.