La gestión financiera y el uso del presupuesto municipal vuelve a enfrentar al actual grupo de gobierno de Arona, integrado por el Partido Popular (PP), Coalición Canaria (CC) y Más Por Arona (MxA), y el principal partido de la oposición (PSOE), liderado por el exalcalde José Julián Mena.
Mientras el grupo municipal socialista acusa al gobierno de “reducir drásticamente la inversión y acumular excesivos fondos en los bancos”, la alcaldesa, Fátima Lemes (PP), y su equipo sostienen que “han retomado proyectos paralizados y planean establecer una base sólida para el desarrollo del municipio después de cuatro años de parálisis”.
Tanto el exalcalde socialista como la exedil de Hacienda, Raquel García, expresaron su preocupación por la “drástica” caída de la inversión pública del ejecutivo local. Aseguran que la cuenta general del presupuesto del año pasado “muestra que Arona ha pasado de una inversión pública de casi seis millones de euros en el último año de mandato de José Julián Mena a apenas 1,5 millones”.
A juicio de los representantes socialistas en la corporación, la reducción de la inversión pública se nota en “el estado de las calles, la falta de nuevos centros deportivos y culturales o parques, así como en la ausencia de compra de suelo para construir nueva vivienda para destinar al alquiler”.
Además, el grupo socialista denuncia que el remanente de tesorería –fondos sobrantes en las arcas municipales– alcanzó los 33 millones de euros en 2023, elevando el total acumulado en los bancos hasta los 136 millones de euros, “la cifra más alta de la última década”.
“Se trata de un dinero que ha sido cobrado a los vecinos y empresas, pero que no se traduce en una mejora de sus condiciones de vida, pues no se invierte en servicios públicos, ni en infraestructura esencial”, subrayó Raquel García.
La concejala socialista también criticó el retraso de cinco meses en la presentación de la cuenta general del presupuesto del año pasado, “un incumplimiento que refleja -agregó- la ineficacia del actual gobierno municipal”.
REACTIVACIÓN ECONÓMICA
Por su parte, Fátima Lemes (PP) defendió ayer, en declaraciones a este periódico, la gestión de su equipo y aseguró que el actual gobierno ha iniciado un “proceso de reactivación después de cuatro años de parálisis”.
Según manifestó la alcaldesa, cuando el actual grupo de gobierno tomó posesión se encontró con un remanente superior a los 100 millones de euros, que “continuó aumentando hasta los 120 millones debido a la inacción de la anterior administración en sus últimos meses de mandato”.
Lemes también acusó a la anterior administración municipal de “desaprovechar” la suspensión temporal de las reglas fiscales en los últimos años, “lo que hubiese permitido haber realizado grandes inversiones sin restricciones de estabilidad presupuestaria”.
A su juicio, la “falta de acción” del Partido Socialista refleja su “incapacidad para gestionar y la imposibilidad de llegar a consensos necesarios para hacer avanzar el municipio” de 2015 a 2019”.
Para la alcaldesa aronera, resulta una contradicción “que ahora reclamen obras cuando ellos no realizaron ninguna en ocho años de mandato, ni siquiera finalizaron el centro cívico de Las Galletas”, edificio que, recordó, fue inaugurado recientemente.
PROBLEMAS HEREDADOS
Por su parte, la concejala de Economía y Hacienda, Guacimara Tavío, apuntó que el tripartido que gobierna en Arona está trabajando en solventar problemas financieros “heredados”, entre los que citó facturas impagadas desde el año 2019, que afectan al periodo medio de pago y a la capacidad de uso del remanente.
Tavío afirmó que esta situación perjudica a los empresarios locales, que no han recibido sus pagos por parte del consistorio debido a la “mala gestión” de la anterior corporación.
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