En un mundo cada vez más interconectado, la definición de oficina ha cambiado radicalmente en los últimos años. Hoy en día, trabajadores de todo tipo eligen destinos idílicos por el globo terráqueo, como el sur de Tenerife, para combinar sus carreras digitales con una calidad de vida envidiable.
Este fenómeno ha convertido a las Islas en un imán para estos nómadas profesionales del siglo XXI, que llegan atraídos por el clima, la flexibilidad y los incentivos fiscales. Entre ellos, se encuentran Marta o Ange, dos jóvenes que encontraron en Tenerife no solo un hogar, sino también el escenario perfecto para desarrollar su trabajo.
La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, Jessica León, reveló que en 2022 las Islas registraron la presencia de 86.000 personas catalogadas como nómadas digitales, quienes generaron un impacto económico estimado de 167 millones de euros, según datos del Ejecutivo regional.
Para potenciar este ecosistema laboral, el Gobierno de Canarias anunció el pasado mes de abril la puesta en marcha de un plan financiado con 700.000 euros procedentes de los fondos europeos Next Generation. Este programa busca posicionar a Canarias como un destino atractivo para nómadas digitales, un turismo que, en palabras de León, se caracteriza por “sus largas estancias, su mayor capacidad de consumo y su integración en el destino”, factores que aportan un “valor añadido” a la economía local.
La base estructural de esta nueva realidad es la Ley de Startups, aprobada por el Congreso de los Diputados en diciembre de 2022 y en vigor desde el 1 de enero de 2023. Esta legislación introduce un visado específico para nómadas digitales y una serie de incentivos fiscales, como la reducción del impuesto de sociedades al 15% durante los primeros cuatro años para startups y emprendedores.
Además, la ley permite que los nómadas digitales que residan temporalmente en España, incluyendo Canarias, tributen bajo el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR) durante un periodo limitado. Esto les exime de hacerlo bajo el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que suele implicar tipos más elevados.
Un fenómeno afincado en las Islas
Marta Hernández, de 28 años, es un ejemplo perfecto de cómo esta tendencia está transformando las Islas. Originaria de Ávila, decidió mudarse al sur de Tenerife, concretamente a Los Cristianos, hace casi un año, atraída por las posibilidades que le ofrece la región para desarrollar su actividad como trabajadora en redes sociales, cumpliendo la función de responsable de comunidad en varias cuentas (conocida actualmente como Community manager).
“Mi trabajo lo puedo hacer desde donde quiera. Realizándose desde este tipo de lugares ganó en salud mental”, explica a este periódico. Para ella, vivir en Tenerife no solo ha potenciado su producción, sino también su “bienestar personal”. “Estoy enamorada de las Islas”, confiesa.
El estilo de vida de los nómadas digitales, como Marta, se caracteriza por su flexibilidad. Lejos de las oficinas tradicionales, el trabajo remoto les permite establecerse en lugares donde su calidad de vida mejora “drásticamente”, como apunta. Hernández describe su día a día como una combinación entre “trabajo intenso y disfrute del entorno”: “lo nuestro no es un trabajo de oficina de 8 a 8”.
Aunque reconoce que los alquileres en la zona “no son nada baratos”, la distribuidora de contenidos asegura que su capacidad económica le permite afrontar este gasto “sin mayores problemas”. “Esto requiere estar en un lugar en el que la fiscalidad no te ahogue y que aporten, en algún punto, algún beneficio”, añade.
Tenerife no solo ofrece un paisaje idílico, sino también las herramientas necesarias para que los nómadas digitales prosperen, tanto en lo personal como en lo profesional. Para Ange, un programador alemán de Inditex afincado en las Islas desde el pasado verano, el Archipiélago se ha vuelto su “lugar favorito en el mundo”.
Explica que, tras una larga travesía por países de Asia, norte de Europa y Sudamérica, Tenerife se ha convertido en su casa. Relata como, esta nueva realidad, ha generado que “cada día más lugares del mundo desarrollen leyes para incentivar la llegada de nómadas digitales”. Portugal, Malta, Estonia, Indonesia… son algunos de los lugares que, tentados por la llegada masiva de estos nuevos emprendedores, han legislado a favor de crear exenciones fiscales que apoyen su llegada masiva.
UN CLIENTE CON POCAS PRETENSIONES
“Salvo wifi, no necesitan mucho más”, explica la directora de un hotel de Los Cristianos, que no ha querido revelar su identidad. Asegura que este tipo de clientes solo busca una “buena conectividad” y que, a diferencia de los distintos perfiles de huéspedes que llegan a su hotel, es un usuario “fácil que, hasta la fecha, no ha causado ningún problema”. Apunta, además, que muchos de ellos buscan apartamentos durante largas temporadas.