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La borrasca castiga al campo isleño y arruina la cosecha de aguacates

El Gobierno de Canarias desactiva la alerta máxima tras el paso de 'Dorothea', que deja más de medio millar de incidencias. Hoy se reanudan las clases y llega un episodio de calima

El campo ha sido el principal perjudicado del paso de la borrasca Dorothea por las Islas, que mostró su peor cara en Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma. Aunque todavía es pronto para dar una cifra global de afección, las primeras estimaciones indican que los cultivos más afectados son el aguacate, el plátano, la papa y algunos otros tropicales, como el mango o la piña herreña.

En el caso del aguacate, que se encuentra en plena temporada, el fuerte viento se llevó por delante las expectativas de los agricultores de Tenerife, donde ya se da por perdida la mitad de la producción de las aproximadamente 500 hectáreas de este cultivo que hay entre Los Realejos a La Laguna, que es donde se concentra el mayor número de explotaciones de este frutal.

En estos cultivos el viento provocó no solo la caída de la fruta al suelo, sino también daños en la piel de los aguacates que resistieron en los árboles, por lo que esos tampoco se van a poder comercializar.

Este es solo uno de los primero datos que ha ofrecido la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja), tras la información recabada de productores, técnicos, responsables de cooperativas y empresas agrícolas de Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma que, sin poder aún cuantificar las pérdidas, hablan de “un reguero de daños”.

Si bien desde Asaga aclaran que los datos aportados son preliminares y que habrá que esperar a las valoraciones de los peritos agrícolas para cuantificar las pérdidas, también señalan que se prevé que se queden cortos.

Narvay Quintero, consejero regional de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, cifró ayer en aproximadamente 10.000 las parcelas agrícolas afectadas en las cuatro islas de la provincia, donde el temporal de viento afectó especialmente a La Gomera y El Hierro, así como a zonas del oeste de La Palma, norte de Tenerife, Adeje, Guía de Isora y Santiago del Teide. Estos datos son estimaciones muy preliminares, que deberán confirmarse en los próximos días. Narvay Quintero señaló que ya se ha pedido a las aseguradoras y a los cabildos que confeccionen los correspondientes informes de daños para poder actuar.
Los agricultores añaden que las primeras impresiones apuntan a parcelas con parte o con todo el cultivo afectado. “En Tenerife, por ejemplo, las plantaciones de plátano situadas entre los municipios de Los Realejos y La Laguna (Punta de Hidalgo) y aquellas entre Adeje y Guía de Isora se han llevado la peor parte. Se observa deflecado (rotura de las hojas), tallos resquebrajados, caída de la planta y producción que no podrá llegar al punto de venta. Se estima un 30% de siniestro.”, apuntan.

En cuanto a la papa, Asaga indica que algunas parcelas que estaban listas para ser cosechadas en las próximas semanas en el norte de Tenerife presentan tallos completamente deshojados. Los agricultores no se atreven a pronosticar cómo de afectada puede estar la cosecha hasta que esta se recoja. También se han detectado afecciones a infraestructuras agrarias ,como roturas de plásticos en invernaderos, caída de muros, así como roturas en canales de agua en el norte de la isla.

En La Gomera, donde desde el Cabildo informan de una especial afección en Agulo, Hermigua, Valle Gran Rey y La Dama , una treintena de parcelas asociadas a la cooperativa CAI Gomera correspondiente a los municipios de Hermigua, Agulo y Vallehermoso presentan importantes daños.

En La Palma, el oeste de la isla ha sido la zona más afectada y los cultivos de plátano y aguacates, los más dañados. Los productores de la Isla se quejan también de los efectos de la ceniza, removida por el viento.

En El Hierro, los cultivos de plátano, piña tropical, aguacate y mango han sido los más perjudicados. David Cabrera, consejero de Medio Rural y Marino, explica que la peor parte se la llevó el valle de El Golfo, donde las rachas de viento alcanzaron los 100 kilómetros por hora, dejando daños en la fruta pero también en invernaderos.

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