La roboterapia es una terapia no farmacológica que consiste en el uso de robots que simulan animales, dotados de inteligencia artificial y múltiples sensores que les permiten comportarse e interactuar con las personas usuarias como si de un animal real se tratara.
La Asociación de Cuidadoras, Familiares y Amigos de Personas con Dependencia, Alzheimer y otras Demencias (Acufade) en los centros de La Matanza de Acentejo y de La Orotava ha sido la primera en implementarlo en Canarias tras la adquisición de dos gatos robots dotados con sensores en diferentes partes de su cuerpo para que la mascota se familiarice con el sonido de la voz de la persona usuaria y su cuidadora y empiece a tener una mayor interacción.
Estos gatos realizan movimientos de cabeza, cierran y abren los ojos, y se colocan boca arriba para que le acaricien la barriga. También trabajan con Paro, un robot terapéutico de bebé de foca arpa que, igual que los gatos, está destinado a tener un efecto calmante y provocar respuestas emocionales positivas. En este caso no sigue órdenes sino que reacciona a interacciones emocionales con la persona.
Acufade es una asociación sin ánimo de lucro, que surgió de un proceso de intervención comunitaria y coordinación sociosanitaria que comenzó en el año 2001 en el municipio de La Matanza de Acentejo. El 27 de septiembre de 2005 se constituyó formalmente como asociación ya tiene presencia en toda la Isla.
Fue la primera entidad en Canarias acreditada para la prestación de Servicios de Promoción de la Autonomía Personal a través del catálogo de servicios que se prestan en el marco de la Ley de Dependencia, tanto en centro como en domicilio.
Dado los buenos resultados terapéuticos conseguidos, la entidad decidió expandirse y adquirir nuevos robots terapéuticos dotados de inteligencia artificial para trabajar con los y las usuarias y además, llevar la roboterapia a la isla de El Hierro, donde ya tiene presencia.
A diferencia de los primeros que se utilizaron, los nuevos robots están más actualizados tecnológicamente, es decir, cuentan con inteligencia artificial que además de todo lo anterior, les permite responder ante una orden que el usuario les da. Por ejemplo, si se les pide que muevan la cabeza, el rabo, o cierren los ojos. La interacción con estos robots terapéuticos influye en los cambios conductuales y emocionales de la persona con deterioro cognitivo, sobre todo en situaciones de desorientación, ansiedad o estrés.
La roboterapia se instala en El Hierro con un total de 20 robots terapéuticos a través de Acufade con colaboración con el Cabildo para implantarlos en los centros sociosanitarios que gestiona y en los domicilios de las personas mayores a través del programa de autonomía personal de Acufade.
La coordinación es responsabilidad de la doctora Cristina Perdomo, terapeuta ocupacional e investigadora de la University of Manitoba de Canadá, de la Universidad San Sebastián de Chile y del departamento de investigación de Acufade, inaugurado en enero de 2024.
El mismo objetivo se persigue con los 30 robots destinados para Tenerife, que lleguen a todos los centros de la entidad y a los hogares de las personas que convivan con un deterioro cognitivo y que presenten episodios de ansiedad o picos emocionales con el objetivo de que sirvan como apoyo terapéutico tanto para el equipo profesional como para los y las cuidadoras.
Cristina Perdomo explica que para determinar si una familia puede o no ser beneficiaria de la roboterapia, es necesario realizar una detección previa de los casos en los que el deterioro cognitivo o demencia esté más avanzado. Es una evaluación que las psicólogas hacen con ella que es la especialista en el área.
Una vez asignados, las personas cuidadoras recibirán asesoramiento y apoyo por parte de éstas y de terapeutas ocupacionales que acuden a cada domicilio, previa formación específica con Cristina para saber en qué momentos puntuales utilizan los robots como parte de la terapia. “Es como tomar una medicación, hay que saber cuándo hacerlo. En este caso, es recomendable cuando tienen episodios de agitación y/o ansiedad”, precisa la investigadora.