Las obras de rehabilitación en los puentes B y C del barranco de Santos llegaron ayer a superficie. Estos trabajos han obligado al cierre de parte de la avenida Marítima y a realizar cambios en los carriles de entrada y salida, desde la rotonda de Hacienda, que cambios que durarán hasta finales de verano.
El Ayuntamiento capitalino comenzó el pasado noviembre los trabajos de emergencia de estos puentes por riesgo de colapso, reforzando los pilares y forjados de los tableros de Bravo Murillo, plaza de Europa y avenida Marítima para certificar la seguridad de conductores y peatones. La obra cuenta con un presupuesto de 2,3 millones y un plazo de ejecución de 12 meses.
Los trabajos ya han motivado cambios en el tráfico de entrada a la ciudad, desde la rotonda de la avenida San Sebastián con la avenida Marítima, con una extensión de unos 200 metros, en los que quedan inoperativos los cuatro carriles habituales. Habrá un espacio peatonal en el lado del mar del desvío y se prohíbe la circulación de bicicletas y patinetes.