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La creatividad no tiene edad en Santa Úrsula

Las mujeres que participan en el taller de manualidades que organiza el Ayuntamiento diseñan sus propios trajes de Carnaval
Las participantes en el taller realizan los últimos retoques de sus disfraces. Fran Pallero
Las participantes en el taller realizan los últimos retoques de sus disfraces. Fran Pallero

Suelen ser unas quince, hay días que acuden más y otros que son menos. Lo cierto es que cada vez que van se lo pasan bien, han formado un grupo que es casi una familia en el que además de aprender, se acompañan, se divierten, y sobre todo, disfrutan y dan rienda suelta a su creatividad.

Zarelda, Dikia, Chari, María Jesús, Yamile, Zula y Aura son algunas de sus integrantes del taller de manualidades que se imparte desde septiembre de 2023 todos los martes y jueves por la mañana y por la tarde en el local de la empresa Zaintzen, ubicado en el número 5 del edificio María Victoria.

Esta es una de las acciones de dinamización que organiza el Ayuntamiento de Santa Úrsula para el colectivo de personas mayores y/o dependientes en algún grado con el objetivo de promover el envejecimiento activo, mejorar su calidad de vida, y al mismo tiempo, generar una red de apoyo entre las personas de una misma zona para prevenir la soledad no deseada y fomentar la participación de las personas adultas.

En ese caso concreto, lo hace a través de la empresa Zaintzen, encargada de las acciones de dinamización de los mayores. El taller de manualidades, que también se imparte a domicilio para aquellas personas que no se pueden trasladar, es una de ellas, pero también ofrece otros servicios de carácter gratuito como fisioterapia a domicilio.

Maira, la monitora, acude a los hogares y realiza las mismas tareas que con el resto de las usuarias.

A todo ello se suman las que se desarrollan de manera transversal desde diferentes áreas municipales como Servicios Sociales, Ocio y Tiempo Libre, Cultura e Igualdad en los cuatro centros sociales de La Corujera, el Casco, Cuesta de la Villa y Tosca de Ana María, y que abarcan yoga, neurogym, talleres de memoria y de nuevas tecnologías, parranda, baile tradicional, estimulación cognitiva, alfabetización o rutas urbanas.

Con la ayuda de Maira y de María Jesús, la profesora de dibujo, aprenden durante todo el año pintura, decoración y nuevas técnicas para plasmar su creatividad en bolsas, camisetas, botellas, floreros y otros objetos. “Son unas verdaderas artistas”, recalca Maira.

Hubo quienes nunca habían hecho una manualidad y se estrenaron en este taller. “En mi juventud no se me daba dibujo pero ahora con María Jesús estoy maravillada con lo que hago”, dice Chari orgullosa. Otra de sus compañeras confiesa tímidamente que “no sabía ni hacer un cuadrado”.

Dependiendo de la temporada del año realizan manualidades relacionadas con las fiestas y desde hace unas semanas el Carnaval centra toda su atención. Este año decidieron que se vestirán de mariposas y mariquitas y en los últimos días finalizaron sus trajes. ‘La profe’ como llaman a Maira, les dio la idea, y ellas sacaron los patrones de las alas. “Es el mariposario completo porque hay hasta una monarca”, apunta Chari, quien ha elegido esta especie que se distingue por sus alas naranjas con líneas negras y bordeadas con puntos blancos que le otorgan una gran belleza, además de ser una de las más resistentes y longevas.

Natural de Tejina, lleva residiendo en el municipio desde hace más de dos años. Es la mejor embajadora del taller. Se ofrece a mostrar su obra de arte y no duda en probarse las alas. La ayuda Marisa, la coordinadora del servicio. “El disfraz no está completo, va acompañado de unas antenas, un tutú y unas mallas” aclara. El resto, que ha optado por alevillas llenas de colores asiente.

“Somos unas máquinas”, dice Chari, contestando a la pregunta de cuánto tiempo llevan confeccionando el traje.

Mientras hablan y se ríen, pegan cuidadosamente cristales y pompones, pintan con acuarelas los espacios en blanco o los dibujos que realizaron en las alas. Entremedio cuentan alguna anécdota o recuerdan el traje del año pasado que lo confeccionaron con bolsas de basura para concienciar sobre el medio ambiente y salir con la parranda.

Lo mismo harán este año y alguna también acompañará a los más pequeños de la casa en el Coso que se celebrará el 22 de marzo aunque lucirán el traje antes cuando acudan al parque El Montillo, en La Matanza de Acentejo, a hacer distintas dinámicas y disfrutar de un picnic.

Los martes y los jueves en horario de mañana y de tarde tienen una cita obligada a la que nunca faltan. “Si podemos venimos los dos días a distinta hora”, coinciden todas, y no dudan en que lo harían toda la semana si tuvieran esa posibilidad. No solo realizan manualidades, ya que es un aprendizaje dinámico que incluye otras actividades que les permite disfrutar del tiempo a la vez que incrementan la estimulación cognitiva, la psico-motricidad y la socialización.

“Aquí hablan todas de la vaina y digo la única canaria soy yo”, bromea Zula, que vive en la calle Correo Viejo. Muchas de sus compañeras se ríen porque vienen de otros países de Latinoamérica aunque se sienten de Canarias, y en especial de Santa Úrsula, un municipio, subrayan, en el que les gusta mucho vivir.

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