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Medio siglo en el Carnaval de Tenerife

Los Virgueritos, la murga más antigua del Norte, recibe hoy la Medalla de Oro del Ayuntamiento por su trayectoria
Medio siglo en el Carnaval de Tenerife
Giovanni, Pablo y Alberto hacen balance de los 50 años del grupo. Fran Pallero

Fue un 7 de marzo de 1975 cuando surgió la idea de hacer una murga entre un grupo de estudiantes del antiguo instituto de La Torrita, en La Orotava. Veían por televisión la gala del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, que en ese entonces eran las Fiestas de Invierno, y entre las escaleras y chicos de distintas clases se formó el primer grupo.

De ese ímpetu también surgió el nombre: Los Virgueritos, en alusión a la palabra virguería, que en esa época estaba de moda, y que apunta a realizar algo con habilidad y perfección. Se decidió por asamblea y votando, en plena dictadura. De hecho, muchos de ellos aprendieron qué era la democracia de esa experiencia.

Los primeros años ensayaron en un cuarto que se les cedió en el instituto y en 1979 se trasladaron a la actual sede social, un local que alquilan desde entonces en la Villa de Arriba.
Los Virgueritos es la murga más antigua del Carnaval del Norte y también se encuentra entre las primeras cinco de Tenerife. Lleva medio siglo al ritmo de la crítica pero también comprometida con la sociedad y la cultura de la Villa y prueba de ello es que participa y organiza eventos todo el año.

La mayoría de sus 36 integrantes actuales y los jóvenes que integran la directiva, “no estaban ni en proyecto” cuando comenzó la aventura murguera pero han “mamado” la pasión con la que se inició y que la ha llevado a cumplir medio siglo de vida. En reconocimiento a esa trayectoria y al legado que ha dejado, el Ayuntamiento les otorga hoy la Medalla de Oro en un acto que tendrá lugar en el Salón Noble y que se extenderá a todas las personas que han formado parte del grupo.

Su actual secretario y su presidente, Giovanni González y Pablo Marrero, respectivamente, se incorporaron a la murga por sus padres, que formaban parte de la “familia murguera”. Ellos estaban en ‘Minivirgues’ (que cumple este año 25 años) y por lo tanto, era el paso lógico. Giovanni “vivía” el ambiente y los componentes eran como parte de la familia “porque así te lo hacían sentir”, cuenta. “Los Virgueritos siempre recalcó que una de las cosas que lo diferencia de otros grupos son las palabras esencia y familia”, cuenta.

No es el caso de Alberto Ramos, que llegó “invitado” por Giovanni y Borja, otro amigo, y se enganchó hasta el día de hoy. Fue en 2016 y actualmente es el vicepresidente.

Los tres sostienen que han cambiado muchas cosas desde que ellos ingresaron. Hubo un momento que escribían las letras, luego se profesionalizó mucho y se pagaban, igual que la dirección musical. Con la entrada de Giovanni y Borja surgió la necesidad de “volver a ser nosotros”, de hacer las letras, y sacar los directores musicales del grupo.

Otro cambio ha sido este año la incorporación de mujeres. “Un proceso natural, nada impuesto, porque hasta hace unos años existía Apresuradas, en la que salían las chicas que estaban en nuestro entorno, aunque sentían Virgueritos”, apostilla Alberto.

En los estatutos no especifica que sea una murga femenina o masculina, por eso no hubo ningún impedimento para que se sumaran y han sido “un fichaje espectacular”, coinciden los tres.

Su reto es crecer y sacar adelante la murga pese a que cada vez es más complicado por los costes y el tiempo que demanda. “Seguir creciendo y siendo Los Virgueritos, la murga de La Orotava y familia”, destacan.

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