san miguel de abona

Amarilla Golf, un refugio de Semana Santa para autocaravanistas entre la deficiencia logística

El espacio cedido provisionalmente por el Ayuntamiento y gestionado por la Asociación de Autocaravanas y Campers (ACAT), acogió durante estos días festivos unos 120 vehículos recreativos

Un pequeño área en Amarilla Golf se ha transformado durante estas fechas de Semana Santa en un enclave temporal para autocaravanistas. Este espacio, cedido provisionalmente por el Ayuntamiento de San Miguel de Abona y gestionado por la Asociación Canaria de Autocaravanas y Campers (ACAT), acogió aproximadamente 120 vehículos recreativos. En febrero, esta asociación junto a muchas otras, organizaron diversas manifestaciones por las Islas para exigir medidas, espacios y restricciones más laxas para el sector.

Entre problemas de espacios y áreas, en Amarilla Golf, los caravanistas han encontrado un lugar de cobijo. Cada autocaravana dispone de una parcela delimitada, considerando espacio para toldos, mesas y sillas. El acceso se regula mediante reservas previas a través de su web.

“Este orden y civismo no lo ves en otros sitios de Europa”, afirma Juan Martín Beltrán, presidente de ACAT. La asociación establece horarios de silencio entre las 11 de la noche y las 8 de la mañana, promoviendo un ambiente de respeto y tranquilidad.
El área cuenta con instalaciones para el vaciado de aguas grises y negras, así como puntos de abastecimiento de agua potable. Estas infraestructuras son fundamentales para mantener la higiene y el respeto al medio ambiente.

Este tipo de ocio promueve la interacción con la economía local. Beltrán detalla una de las principales herramientas utilizadas para fomentar esta práctica entre los ayuntamientos: solicitar a los participantes que conserven los tickets de sus compras en los comercios locales. Esta estrategia permite evaluar con mayor precisión el impacto económico del evento en los municipios que han cedido sus espacios, ofreciendo datos concretos que muestran la repercusión en la economía local.

Claudina, una participante con más de 30 años de experiencia en el autocaravanismo, afirma que “esta es otra manera de vivir la vida, de disfrutar de tu libertad y conocer gente”. Incide en que esta practica es propia de los jubilados, y que a su edad, “este es un evento de ocio magnífico”.

El autocaravanismo en Canarias enfrenta desafíos, como la escasez de áreas habilitadas y la falta de infraestructuras adecuadas. Este colectivo se movilizó en febrero para exigir la eliminación de señales restrictivas, la creación de estacionamientos adecuados, redes de puntos limpios y la modificación de la Ley del Suelo para facilitar la instalación de áreas destinadas al camping en suelo rústico.

DISTINGUIR NECESIDAD Y OCIO

Beltrán enfatiza la necesidad de distinguir entre quienes eligen esta forma de vida por ocio y aquellos que lo hacen por necesidad: “No tienen por qué discriminarnos limitándonos el acceso. Somos personas que venimos, recogemos nuestras cosas, respetamos el medio y nos vamos”. En este sentido, Beltrán explica que “las jornadas de convivencia”, como llaman a cada evento, “es para que la gente interactúe y convivan”.
Por su parte, Mari abre las puertas de su autocaravana a DIARIO DE AVISOS, una vivienda sobre ruedas con capacidad para seis personas, equipada con tres fuegos para cocinar, una mesa comedor y todo lo necesario para vivir con autonomía. “Vine de La Gomera y nos pilló la pandemia. Vivimos en ella sin problema durante esa época”, cuenta. La decisión de dar el paso fue firme: dejó un adosado de alquiler y, junto a su marido, pasó cuatro años viviendo en la autocaravana. “Porque heredé una casa, que si no, seguiría aquí”, reconoce. Para ella, la vida en movimiento no es una renuncia, sino una elec

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