Resulta complicado explicar porqué el Tenerife no se llevó la victoria frente al Burgos. Los locales propusieron más que un rival que vino a la Isla a sacar un punto y a perder tiempo.
También tuvo más y mejores ocasiones para lograrlo. De hecho marcó dos goles: el primero fue anulado correctamente por un doble fuera de juego cometido por Diarra, que precisamente fue el que marcaba; mientras que el segundo no se puede entender porqué también sería anulado. Corría el minuto 90 cuando Luismi saca una falta lateral que Cantero, portero del Burgos, se ‘come’ quejándose de que el sol le impide ver el balón. A Orellana Cid le generó dudas la posición de Ángel, quien saltó delante del meta rival en el último momento. Era una jugada de deliberación para el colegiado, pero el VAR le llamó para ver en el monitor la acción dudosa. Inexplicablemente el VAR se entromete en una acción que ni siquiera debería haber sido revisada, ya que la posición de Ángel no molestó a Cantero en ningún momento. El colegiado acabó anulando el gol, privando así al Tenerife de un triunfo necesario. Como siempre esta temporada, nunca una acción dudosa se resuelve a favor de los blaquiazules.
Dos cambios llevo a cabo Álvaro Cervera en el once titular con respecto al equipo que ganó 1-3 en Gijón. José León jugó en el eje de la zaga junto a Sergio González, mientras que Enric Gallego formó en la punta del ataque.
Con Badia en la portería, Mellot regresó a su puesto en el lateral diestro. César se cayó del once para dar entrada a un León que no jugaba desde el pasado 3 de marzo contra el Mirandés.
El centro del campo no sufrió modificaciones, actuando Aitor Sanz y Bodiger en el doble pivote, con Diarra un poco más adelantado. Las bandas las ocuparon Luismi Cruz y Waldo Rubio.
Aunque el dominio inicial correspondió al cuadro entrenado por Luis Miguel Ramis, los de Álvaro Cervera empezaron pronto a ser los que más proponían sobre el verde del Heliodoro, pero se mantenía ordenado el cuadro visitante.
Los locales fueron, poco a poco asumiendo el control del choque y, desde el punto de saque de esquina, se aproximaba a la portería defendida por Cantero. Al paso de la media hora de juego, los blanquiazules ya habían ejecutado cinco córners. No obstante había algo de precipitación en los blanquiazules a la hora de llegar a la zona de ataque. Mientras tanto y en el otro lado del cmpo, Curro y Fer Niño eran espectadores privilegiados del encuentro.
En el 38 Luismi gozó de la mejor ocasión de gol de la primera mitad. Encaraba el ‘11’ la portería rival, pero le llegaron a cortar la proyección en el último momento. El rechace le llegó a Mellot, que estaba en posición de fuera de juego, pero estaba habilitada su posición al venir la pelota de un corte de un rival. El galo se la devolvió a un Luismi que acabaría cruzando en exceso sobre la meta burgalesa.
Con esa acción y con la afición tinerfeña enfadada con el árbitro y con su criterio a la hora de señalar las faltas, acabó una primera parte competida en la que el Burgos mantuvo el bloque bajo, mientras que el Tenerife fue el que más lo intentó, aunque sin lograr el premio del gol. Todo se decidiría en la segunda mitad.
El segundo acto arrancó movido y sin cambios. Íñigo la tuvo de cabeza y para el Burgos al poco de reanudarse la acción. Su remate de testa, buscando la escuadra de la meta de Badia, se fue alta.
La respuesta local no se hizo esperar. Otro saque de esquina que creó problemas en el área visitante y los blanquiazules reclamaron mano de Córdoba a la hora de despejar el balón.
La más clara de todo el partido la tuvo poco después Fer Niño, quien emparejado con Sergio González hizo un buen control orientado para quedarse solo ante Badia. Aguantó bien Badia en el mano a mano, su especialidad, para negarle el gol al 9 burgalés. Susto gordo en el área local.
No se arrugaron los de Cervera, que en el 63, estrelló el balón en la madera. Cantearo recorta en carrera y su tiro no lo bloca el meta del Burgos, por lo que aparece la rápida puntera de la bota de Enric para rematar al palo. El Heliodoro se animaba porque sabía que su equipo estaba rozando el gol.
Lo logaron los locales en el 69 tras un saque de falta ejecutado por Luismi. Lo remató Fabio, pero paró abajo Cantero, dejándole el balón suelto a un Diarra que remató al fondo de las mallas castellanoleonesas. Sin embargo el VAR revisó la acción para anular correctamente el tanto por fuera de juego del propio Yusi.
Sería el primero de los dos goles que Orellana Cid anuló al Tenerife.
El colegiado Orellana Cid anuló dos goles al CD Tenerife frente al Burgos. Los dos llegaron tras ejecutar sendas faltas Luismi Cruz. El primero de manera correcta tras un doble fuera de juego cometido por Diarra, mientras que el segundo nunca debió ser invalidado. Otro error de los árbitros que perjudica a los blanquiazules.
Corría el minuto 90 cuando el ’11’ blanquiazul saca una falta que Cantero, portero del Burgos, se ‘come’ quejándose de que el sol le impide ver el balón. A Orellana Cid le generó dudas la posición de Ángel, quien saltó delante del meta rival en el último momento. Era una jugada de deliberación para el colegiado, pero el VAR le llamó para ver en el monitor la acción dudosa.
El trencilla decidió que el tanto no subiera al marcador por la influencia de Ángel en la jugada polémica del partido.
La jugada, que tardó mucho en resolverse, finalizó con un cabreo monumental del Heliodoro, con las rojas directas al guardameta Salvi Carrasco y al segundo entrenador, Roberto, que estaban en el banquillo, y con 12 minutos de prolongación en los que el Tenerife no pudo lograr una victoria que era vital.