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Lleva a su tía de vacaciones a Tenerife y se aprovecha de ella: casi acaba en la cárcel y sin poder salir de su casa por las noches

El juez Niclas Parry, del Tribunal de la Corona de Mold en el norte de Gales, calificó las acciones de Morgan como un "abuso de confianza y responsabilidad"
Lleva a su tía de vacaciones a Tenerife y se aprovecha de ella. Imagen de recurso
Lleva a su tía de vacaciones a Tenerife y se aprovecha de ella. Imagen de recurso

Susan Morgan, una mujer de 69 años residente en Menai Bridge, Anglesey, llevó a su tía anciana Barbara Ross de vacaciones a Tenerife mientras se aprovechaba de su vulnerabilidad para saquear sus cuentas bancarias. Este viaje, que parecía un gesto de cariño, ocultaba una trama de fraude que se extendió durante cuatro años y culminó con una condena suspendida para Morgan, según informa el medio británico ‘Daily Mail’.

Barbara Ross, quien falleció en 2020 a los 89 años, había confiado plenamente en su sobrina tras mudarse al norte de Gales luego del fallecimiento de su esposo. Sin embargo, esa confianza fue traicionada cuando Morgan utilizó la tarjeta bancaria de Ross para gastos personales y retiros en efectivo que sumaron 218.831 libras. Aunque Morgan admitió haber cometido un fraude por 45.000 libras, las investigaciones revelaron el alcance del abuso financiero.

Entre los gastos realizados por Morgan se incluyeron dos vacaciones juntas, una de ellas en Tenerife. Este viaje fue utilizado como excusa por la acusada para justificar el uso de los fondos de su tía. No obstante, la fiscal Rosalind Scott-Bell demostró que Ross vivía bajo el control absoluto de Morgan, llegando al punto de tener que pedir dinero para artículos básicos como pasta dental y lápiz labial.

El juez Niclas Parry, del Tribunal de la Corona de Mold en el norte de Gales, calificó las acciones de Morgan como un “abuso de confianza y responsabilidad”. Durante la audiencia, se recordó cómo Ross expresó tristeza y confusión ante el comportamiento de alguien a quien consideraba su “más cercana y querida”. En sus últimos días, según el juez, la víctima estaba marcada por la ira y la tristeza.

A pesar del daño causado, Morgan evitó la cárcel debido a su edad y buen carácter previo. Se le impuso una sentencia suspendida de dos años y un toque de queda nocturno por seis meses. Sin embargo, no se solicitó indemnización debido a la falta de recursos económicos por parte de Morgan —quien se declaró en quiebra en 2008— dejando sin explicación el destino del resto del dinero desaparecido: 163.000 libras aún sin justificar.

La hijastra de Barbara Ross, Patricia Ross, expresó su indignación tras el caso. Según ella, Barbara fue manipulada para mudarse a Gales con el objetivo de acceder a su dinero. Patricia recordó cómo su padre le advirtió antes de morir sobre proteger los bienes familiares. “Mi madrastra nunca mereció esto”, lamentó Patricia al hablar sobre los últimos años difíciles que enfrentó Barbara.

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