La joven polaca Julia Faustyna que afirma ser desde hace meses Madeleine McCann ha cambiado desde entonces varias veces de versión delante de las cámaras, en las diferentes entrevistas que ha ido realizando. La joven vuelve a afirmar que es la pequeña británica desaparecida y ha puesto rumbo a Estados Unidos junto a su representante para realizar nuevas entrevistas de televisión y realizarse una prueba de ADN para confirmar que es Madeleine. L a joven asegura que en EEUU se sienten más seguras tras recibir múltiples amenazas de muerte.
Julia Faustyna, de 21 años, estaría a la espera de conocer los resultados de los análisis de ADN para confirmar lo que lleva diciendo durante meses.
En una reciente entrevista, una de las más controvertidas, ha confirmado las acusaciones vertidas sobre el psiquiatra que la ha tratado desde su infancia y que le causó un gran trauma.
Su representante señala que estos problemas de salud de Julia Faustyna se deberían a que habría sido envenenada durante años para que no recordase su pasado y poder así ocultar su verdadero origen por parte sus padres.
Esto es lo que ha asegurado a Radar Online, donde ha explicado que Julia podría estar padeciendo los efectos secundarios de ese «envenenamiento» al que se le habría sometido a partir de que ella denunciase haber sido víctima de abusos.
«Me recetaban unas 35 pastillas diarias desde los 7 años», afirmó Julia Wendell.
El culpable de este envenenamiento, según la propia Wendell, sería el psiquiatra que la trató durante tres años y medio, han denunciado en el citado medio.
Según informa el equipo que trabaja con Julia Wendell, estos habrían tenido acceso al historial médico de la joven y habrían comprobado que «de cero meses a cinco años, todo falta» y que la familia de la joven polaca le oculta lo que pasó en sus primeros años de vida.
Según la joven, recuerda haber estado en una zona de «playa y agua, como el mar o el océano», donde había «tortugas y niños», que jugaban como a «querer atraparlas con las manos».