Solo queda un año para que viajar por la Unión Europea (UE) no suponga un asalto al bolsillo. A partir del 15 de junio de 2017, las tarifas de roaming se eliminarán definitivamente, aunque solo en territorio europeo. Esto significa que, desde esta fecha, si viajamos a cualquier país miembro no habrá que pagar ningún coste adicional por las llamadas, SMS o utilización de datos de Internet.
Todos recordamos la magnífica campaña publicitaria de Vodafone sobre este asunto. Pues bien, el próximo verano, coincidiendo con el inicio de las vacaciones, viajar y hablar por teléfono no costará un riñón. Pero todavía habrá que esperar.
Entonces, ¿qué es el roaming y en qué nos afecta al irnos de viaje? Pues bien, la itinerancia o el roaming es un servicio por el cual un usuario puede seguir utilizando los servicios contratados en su teléfono móvil en un país diferente al de su operador de origen sin la necesidad de cambiar de operador ni realizar ninguna gestión adicional. Los costes de este servicio en itinerancia (algunas compañías telefónicas lo ofrecen gratuito) se facturan aparte de los planes contratados por el usuario con su operador nacional, aunque aparecen en la misma factura.
No obstante, para poder disfrutar de estos servicios que, en la mayoría de los casos, son SMS, llamadas y servicios de Internet, deben cumplirse dos requisitos: que el operador móvil del usuario tenga acuerdos de itinerancia con algún operador del país visitado, en el caso de Internet de banda ancha; y que el usuario tenga activada la itinerancia de datos o roaming en su teléfono móvil, lo que hay que hacer antes de viajar. Trámite que se obviará desde que el roaming desaparezca.
Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hecho público en octubre del año pasado y publicado por Europa Press, los operadores de telefonía presentes en España que aún no tienen el roaming gratuito ofrecen tarifas alternativas de itinerancia que son el 53% más caras que la eurotarifa regulada en el caso de las llamadas realizadas por el usuario, y el 171% más costosas en el caso de las llamadas recibidas. En concreto, el precio medio de una llamada realizada en la Unión Europea con una tarifa alternativa se situó en 2014 en 36,7 céntimos de euro por minuto, el 53% más alto que la eurotarifa regulada por la Comisión Europea, que era de 24 céntimos el minuto, de acuerdo con este informe.
Por su parte, el coste medio de recibir una llamada cuando el usuario cuenta con una tarifa alternativa a la regulada es el 171% más caro, 19 céntimos de euro el minuto frente a los 7 céntimos de la tarifa regulada. El regulador español recordó que desde el año 2007 los operadores deben ofrecer por defecto a sus usuarios en roaming la eurotarifa regulada.
No obstante, estas compañías pueden ofrecer, además, alguna tarifa alternativa, pero el usuario debe dar su consentimiento explícito para contratarla. En este sentido, la CNMC recordó que en abril de 2014 sancionó con 3,12 millones de euros a Vodafone por asociar por defecto a sus clientes una tarifa de roaming distinta a la eurotarifa regulada.
Este informe señala, además, que el 57% de los operadores españoles muestra en su página web información incompleta, errónea o desactualizada sobre las tarifas de roaming. Por lo que respecta al servicio de datos mediante itinerancia internacional, el consumo se ha incrementado en cerca de 10 veces desde el año 2008 y se ha duplicado en el último año. Por su parte, los precios de los servicios en roaming se han reducido el 60% desde que se aprobó la normativa comunitaria en 2007, de acuerdo con dicho informe.
Pero esto se acabó. Desde abril de este año el máximo recargo que los operadores pueden aplicar será de 5 céntimos por minuto para las llamadas frente a los 19 céntimos que había antes, 2 céntimos de euros para los SMS en lugar de los 6, y 5 en lugar de los 20 céntimos por megabyte de datos. Lo cual ya supone un alivio más que importante para todos aquellos que, en plena era digital y tecnológica, viajan a Europa y utilizan el móvil y las redes sociales.
Se trata de una norma que fue reclamada por diferentes plataformas de ciudadanos y asociaciones de consumidores, con la que se pretende evitar el abuso de los precios de mercado, aunque desde Facua se ha criticado que el Parlamento Europeo concediera un período de gracia de dos años para que las compañías de telefonía fueran adaptándose a la situación. Además, esta nueva norma de telecomunicaciones prevé algunas excepciones que también da un poco de vidilla a los operadores. Así, si estos pueden demostrar que no son capaces de recuperar los costes y que afecta a sus precios en el mercado nacional, las autoridades de competencia nacionales (en el caso de España, la Comisión Nacional de la Competencia) podrá autorizar la imposición de algún cargo mínimo, siempre en circunstancias excepcionales.
Para que quede claro, el recargo por roaming que vaya más allá del uso justo “no podrá ser más alto que la tarifa máxima mayorista que los operadores pagan por utilizar las redes de otros países de la UE”, según establece la norma. En cualquier caso, también está por definir cómo se aplica para que no sea una “itinerancia permanente” en caso de empresas o estudiantes que van a estar un período de tiempo mayor en el país y ya no sea una estancia puramente vacacional.
Además, según datos de Amadeus, el 45% de los turistas usan una app para planear su viaje, el 52% utiliza esa misma aplicación en el lugar de vacaciones y el 70% comparte vía red social sus fotos. Y es que la conectividad móvil gratuita es ya imprescindible para muchos usuarios, tanto wifi como 4G. Esta conexión se ofrece ya en la mayoría de hoteles y restaurantes y aeropuertos, e incluso, algunas ciudades europeas ya están experimentando con el wifi gratuito en toda la ciudad. Y en este sentido a jugado un papel fundamental WhatsApp, cuya opción de llamadas gratuitas con wifi ha abierto un cúmulo de posibilidades inmensas a la hora de la comunicación libre.
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