Apóstoles de Cristo sobre dos ruedas

La Asociación de Moteros Cristianos, que cuenta con cerca de 160.000 miembros en más de 30 países, lanza un “mensaje de fe y esperanza” entre los aficionados a las motos
La Asociación de Moteros Cristianos llegó a España hace nueve años y desde entonces no ha parado de crecer. / DA
La Asociación de Moteros Cristianos llegó a España hace nueve años y desde entonces no ha parado de crecer. / DA

“Estamos aquí si nos necesitas”. Ese es el lema que preconizan Piero Di Giacomo y su esposa Magaly Martín, los dos primeros representantes en Canarias de la Asociación de Moteros Cristianos (CMA), una entidad fundada en 1972 en Estados Unidos. Su precursor, Herb Shreve, era un apasionado de las dos ruedas, pero también fiel devoto de Jesucristo. En muchas de las concentraciones moteras a las que asistía, vio que algunos de sus compañeros de asfalto no reconocían a Jesús como su salvador personal y, de hecho, la mayoría nunca había oído siquiera el mensaje del Evangelio. Por ello, Herb decidió dar a conocer la palabra de Cristo entre los grupos de moteros, logrando en poco tiempo que CMA se convirtiera en una de las asociaciones con más seguidores de Norteamérica. Cuarenta años después de aquello, la entidad cuenta ya con cerca de 160.000 miembros y está presente en más de 30 países de todo el mundo, entre ellos España.

Desde el año pasado, CMA está representada también en el Archipiélago, merced al tesón del santacrucero de origen italiano Piero Di Giacomo, que al igual que su mujer Magaly compagina su pasión por las motocicletas y Jesucristo. “CMA llegó a España hace nueve años gracias al gaditano Antonio Rosado, del grupo de moteros Cherokee”, señala Piero, que explica que todas las asociaciones inician su andadura con un chapter (un capítulo, un grupo con un número mínimo de miembros). En poco tiempo, y tras sumarse personas de Cádiz, Córdoba, Sevilla, Alicante, Madrid y País Vasco, se fundaba la Asociación de Moteros Cristianos de España, que reúne hoy a más de un millar de moteros. “Somos hombres y mujeres de diferentes grupos sociales, condiciones, iglesias, denominaciones, etc., pero inquebrantablemente unidos por el amor y la gracia de Dios en nuestras vidas, que trabajamos bajo una misma visión: cambiar el mundo”, subraya Piero, quien reconoce que la suya es una asociación muy “peculiar”, porque “nuestra misión no es solo juntarnos para salir a la carretera, sino compartir con otros grupos moteros experiencias y acciones que ayuden a mejorar la sociedad”. No en vano, CMA apuesta por llevar “un mensaje de esperanza y de buen rollo”. “Creemos que las cosas van mal porque Jesucristo hace mucho tiempo que desapareció, y entendemos que la mejor forma de aportar serenidad y paz a mucha gente que lo necesita es dando a conocer por medio de la Biblia y las Escrituras a Jesucristo”, denota Piero Di Giacomo.

Para lograr ese objetivo, la asociación tiene editada la llamada Biblia del Motero, y cada vez que realizan una salida o son invitados a una iniciativa, Piero y su mujer regalan ejemplares a quienes los quieren recibir. “No lo hacemos como el que reparte octavillas en la calle, sino que se la entregamos a personas que realmente están interesadas en recibirla, porque quieren conocer el mensaje de Cristo”. “Pero no le hablamos a la gente de religión, sino de una relación íntima con Jesús a través de su palabra”, reitera Piero, quien a pesar de no estar de acuerdo con las etiquetas, se define como “cristiano evangélico”.

Además de la entrega de biblias, la misión de los moteros de CMA es servir y ayudar a la comunidad; por eso, participan en cualquier propuesta o actividad solidaria que no choque con sus principios. De este modo, y en apenas un año de andadura, han colaborado con campañas de donación de sangre, de reparto de alimentos, de ayuda a matrimonios con problemas y de apoyo a colectivos en exclusión social. “No tenemos inconveniente en meternos en la trinchera y ayudar a cualquiera que nos lo pida, porque creemos firmemente que las palabras se las lleva el viento, y lo que necesitamos son hechos”, arguye Piero, quien asegura que ya hay varias personas interesadas en formar parte de CMA en Canarias. “En el entorno motero de las Islas todavía somos unos desconocidos, aunque en Estados Unidos y Europa existen miles de grupos cristianos”, asegura Piero, quien insiste en que son “un grupo interdenominacional, es decir, no tenemos denominación y funcionamos de forma independiente. Como dice uno de nuestros eslóganes: ‘Jesucristo murió por nosotros, y ahora nosotros rodaremos por él’, concluye.

TE PUEDE INTERESAR