
Los caminos judiciales son inescrutables. Mientras el juzgado número 5 de lo Penal exige el derribo del mamotreto sin más dilaciones, el número 4 de lo Contencioso-Administrativo a su vez debe dilucidar si acepta la petición de uno de los condenados por el mismo caso, Manuel Parejo, que ha solicitado la suspensión de las dos instrucciones que el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, dictó para que se proceda a redactar los proyectos de demolición del edificio de aparcamientos a medio terminar. Parejo interpone así, a través de su abogado, un recurso contencioso-administrativo contra las instrucciones del 30 de noviembre y 14 de diciembre de 2015 y lo hace a través de la solicitud de aplicar medida cautelarísima, una medida provisional adoptada por circunstancias de especial urgencia mediante un procedimiento extraordinario y sumario sin oír a la otra parte.
Manuel Parejo fue condenado a tres años de prisión y 15 años de inhabilitación especial por dos delitos de prevaricación urbanística y uno contra la ordenación del territorio además de a correr con los costes del derribo del edificio en la parte que le corresponde. Esta misma semana se conocía que el Tribunal Constitucional ha rechazado los dos recursos presentados por Parejo por lo que en estos momentos, su entrada en la cárcel para cumplir condena, está pendiente a su vez de que el Consejo de Ministros se pronuncie sobre el indulto solicitado por su abogado.
La medida cautelarísima presentada por el abogado de Parejo tiene fecha del 26 de febrero y se remitió al Ayuntamiento con fecha del 29 de febrero. El juzgado ha dado de plazo al Ayuntamiento diez días para que exponga lo que estime oportuno ante la solicitud de medida cautelar. Esto supone que en los próximos días se ha de pronunciar sobre si suspende o no las instrucciones del alcalde.
Según detalla el escrito presentado en el juzgado y al que ha tenido acceso DIARIO DE AVISOS, el abogado de Parejo entiende que las instrucciones de Bermúdez para que se redacte el proyecto de demolición expresa la voluntad firme del Ayuntamiento de derribar “el vulgar e indebidamente llamado mamotreto”, una decisión en la que no se ha oído al ya condenado Parejo. El documento presentado al juzgado señala que la urgencia de la medida se justifica en que, al estar en cumplimiento firme de sentencia, el simple hecho de que se de la orden hace entender que se demolerá en breve.