Un caso único en favor del reciclaje

Los alumnos del CEIP Luis Álvarez Cruz, de Las Galletas, en Arona, han intercambiado en el último año experiencias con 30 países, han creado una cooperativa escolar y en breve presentarán un libro
Un grupo de alumnos junto a la profesora Carmen Rosa Torres, impulsora de las iniciativas. DA
Un grupo de alumnos junto a la profesora Carmen Rosa Torres, impulsora de las iniciativas. DA

Es el grupo de alumnos más activo del Sur en generar conciencia medioambiental y predicar con el ejemplo. Los niños y niñas de 10 años, de 4º curso de Primaria del colegio Luis Álvarez Cruz de Las Galletas (Arona), se han convertido en todo un ejemplo por un conjunto de acciones de reciclaje de material que han llegado a traspasar nuestras fronteras. Sus iniciativas, tanto en cantidad como en originalidad, no dejan de sorprender. Solo en el último año han intercambiado conocimiento con 30 colegios de diferentes países europeos, han elaborado un libro que presentarán el próximo mes y hasta han creado una cooperativa escolar dedicada al aprovechamiento y tratamiento de residuos.

Detrás de todas estas iniciativas está la profesora Carmen Rosa Torres Navarro, que ha inculcado a sus alumnos el amor por la naturaleza y el afán por preservar el medio ambiente. “Creemos que a través de pequeñas acciones se pueden llegar a hacer cosas importantes. El planeta está herido y tenemos que comprometernos, desde la educación, a generar respeto con nuestro entorno natural”, explica la docente.
Los alumnos no paran. Ayer mismo repartieron casi un centenar de embudos a vecinos y establecimientos de Las Galletas, donados por el concejal de Educación, Leopoldo Díaz, para facilitar el reciclaje de aceite usado.

La idea de fomentar el reciclaje surgió a principio de curso a raíz de una visita al Complejo Ambiental de Arico, si bien desde tiempo antes los niños ya se preocupaban de aprovechar al máximo el papel que usaban en clase. Antes de fin de año participaron en un proyecto europeo que consistió en el intercambio de adornos navideños reciclados con una treintena de centros de todo el continente. “Decidimos que la piña de los pinos debía ser el símbolo de nuestra campaña; en unos casos las convertimos en muñecas y en otros, simplemente, las pintábamos”, afirma Torres.

Las piñas se repartieron por diferentes países, de la misma forma que empezaron a llegar presentes desde todos los rincones del continente. Con ellos se engalanó en el colegio el que llamaron Árbol de Europa. “Nos llegaron agradecimientos y felicitaciones desde Italia, Austria, Suecia…”, recuerda orgullosa la profesora, que guarda en el aula todo el material. “Fue mucho más que un intercambio de adornos navideños, intercambiamos conocimientos, pero, sobre todo, emociones”, asegura.

Pero el manantial de ideas no ha dejado de fluir. Así surgió la cooperativa de reciclaje El Cardón, una iniciativa a través de la cual los alumnos conocen cómo funciona una empresa y técnicas básicas para emprender. Llevada por los propios niños, con la colaboración de sus familias, construyen broches con tapas de refrescos, anillos con alambres, pulseras con pequeñas piedras, juguetes, copas, vasos y pisapapeles con callaos en los que escriben palabras canarias.

Ese material lo venden y el dinero recaudado lo quieren destinar ahora a una causa benéfica. La opinión de la mayoría se inclina por donar esos fondos, simbólicamente, a los afectados por el derrumbe del edificio de Los Cristianos, una tragedia que ha impactado especialmente a los chicos.

A medidados de junio tienen previsto publicar un libro con las fotografías de todos los trabajos realizados que será presentado por el alcalde de Arona, José Julián Mena.

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