A sus 27 años, Ana Acosta ya puede presumir de haber formado parte del cuerpo de baile de grandes de la música latina, como Enrique Iglesias, Alejandro Sanz, Ricky Martin o Laura Pausini. Esta joven, natural de Guía de Isora, que estableció su residencia en Madrid hace ocho años, no ha parado desde entonces de trabajar para diferentes programas de televisión, musicales y videoclips, que se han convertido en su gran plataforma de lanzamiento como profesional del baile.
Los años 2014 y 2015 fueron especialmente fructíferos en su carrera. A lo largo de este tiempo participó en el videoclip De noche y de día, de los cantantes Enrique Iglesias y Juan Magán, cuya versión oficial ha sido vista en YouTube por casi 90 millones de personas en todo el mundo, y actuó en programas como La Voz o La Voz Kids, en Telecinco, donde pudo conocer a cantantes de la talla de Laura Pausini y bailar junto a uno de sus grandes ídolos, Alejandro Sanz.
“Trabajar con él y hacerlo en un programa tan especial ha sido un sueño cumplido”, afirma, orgullosa, Acosta, que no duda en afirmar que “experiencias así te hacen apreciar tanto años de dedicación y tantas horas de sacrificio diario”. Tu cara me suena,en Antena 3, y Qué tiempo tan feliz, en Televisión Española, donde llegó a bailar junto a Ricky Martin, son otros espacios televisivos donde Ana Acosta también ha mostrado sus dotes como bailarina profesional. Además, ha formado parte en dos ocasiones del equipo de coreografías del cantante lírico Carlos Marín, componente de Il Divo, durante su gira en México y en su última actuación en España.
Más allá de los platós de televisión, el teatro musical también ha sido otro ámbito donde la sureña ha descollado con actuaciones por todo el país. Debutó en la obra 40, el musical y, posteriormente, participó en Marta tiene un marcapasos, del grupo Hombres G.
Formar parte del nuevo ballet del show televisivo Got Talent y actuaciones en Ibiza durante la temporada de verano son dos de sus proyectos más inmediatos antes de afrontar su gran reto, que no es otro que cruzar el charco y triunfar en Estados Unidos.
“Esa es mi gran ilusión, allí las cosas son diferentes, todo se mueve muy rápido, ya he podido comprobarlo”. Sí, porque no será la primera vez que pisa suelo americano. Tras cursar estudios de danza española en el Real Conservatorio de Carmen Roche, en Madrid, Ana Acosta ha complementado su formación en jazz, hip hop, danza contemporánea y baile clásico español en escuelas de Nueva York y Los Ángeles, además de Londres, París y la capital de España. Eso sí, el nivel de autoexigencia seguirá siendo el máximo. “Antes de emprender ese sueño, toca primero trabajar muchas clases de diferentes estilos, por ejemplo claqué, que es la espinita que tengo clavada”, afirma.
Esta isorana, que “casi siempre” ha compaginado sus estudios con el trabajo, está convencida de cuál es el secreto para triunfar tanto a nivel personal como profesional: “La clave es no parar, no dejar de luchar por lo que te ilusiona y le da sentido a tu vida, pero siempre teniendo claro dónde están tus raíces y agradeciendo a quienes te han apoyado desde tus inicios”, sentencia.
Un talento innato que comenzó a aparecer cuando era una niña
Ana Acosta inició sus estudios de danza española, moderna y jazz con solo 7 años en la Escuela de Danza de Alcalá, dirigida por su madre, la también bailarina Onelia Hernández. “Gracias a la beca del Ayuntamiento para estudios artísticos pude dar el salto a Madrid”, confiesa.
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