Sí se puede e IU centraron ayer su valoración del primer año de mandato del pacto CC-PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz en el carácter privatizador del nuevo equipo de gobierno y en el recorte de los espacios democráticos impulsado por el alcalde, José Manuel Bermúdez, según denunció el edil Pedro Fernández Arcila. El portavoz de SSP afirmó que el alcalde se ha caracterizado por potenciar su “tic antidemocrático” a la hora de limitar tanto el control de la oposición como en el “recorte de derechos fundamentales de la ciudadanía”. Arcila hizo especial referencia a la prohibición, “por orden directa del alcalde” de que haya manifestaciones delante del Ayuntamiento los días de Pleno. En cuanto al control de la oposición, añadió que, “el equipo de gobierno ha detectado que dándonos acceso a la información podemos sacar a la luz las irregularidades así que han optado por cortar la fuente”.
La “liquidación” de la Comisión de Reclamaciones, la reducción del número de vocales de Sí se puede en los tagorores o el último episodio protagonizado por el subcomisario de la Policía Local, también fueron objeto de la crítica de Arcila.
Por su parte, Asunción Frías, concejal de Sí se puede, centró su análisis en lo que dijo, es la falta de un estrategia clara para el desarrollo del municipio, “más allá de la tendencia privatizadora de este equipo de gobierno”. Reconoció que si hay algo que funciona en el Ayuntamiento es “la propaganda”. Hizo especial hincapié en el empeoramiento de los servicios sociales, en los que acusó al actual edil, Óscar García, de “paternalismo” al permitirse “el lujo” de dar consejos a usuarios sobre su vida personal.
Trujillo (IU) defendió la necesidad de que, grupos como el suyo y Si se puede tengan presencia en las instituciones para defender la vuelta a lo público de servicios como el de la limpieza o el del agua, “que claramente han empeorado en manos privadas”.
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