
David Gómez (Madrid, 1975) lleva al frente del Iberostar Grand Hotel Mencey de Santa Cruz de Tenerife poco más de un año. Confiesa que asumir el cargo de director conlleva “una gran responsabilidad” no solo por la importancia del único establecimiento de cinco estrellas que tiene la ciudad, sino por lo enraizado que está el hotel en la capital. “El Mencey tiene dentro de su ADN la relación con la propia ciudad”, asegura. En su primer año ha apostado por potenciar los actos abiertos en el hotel y captar al nuevo cliente que desde hace un año destaca en sus reservas, el turista. “En 2015, agosto fue el mes de mayor ocupación y este año las previsiones son que se supere ese dato el 20%”, detalla Gómez.
-¿Cómo afronta la dirección del hotel más importante de la capital?
“Es una responsabilidad. El Hotel Mencey tiene dentro de su ADN la relación con la propia ciudad. El vínculo que tiene es mayor que el que pueden tener otros hoteles y no solo por sus 66 años de historia, sino por la cantidad de eventos se han dado en él. Esa responsabilidad está ahí y tenemos que estar a la altura”.
-¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta el hotel?
“El objetivo que nos hemos marcado este año pasa por potenciar una de las tres patas en las que se apoya el hotel, que es la de los turistas. Las otras dos, el cliente de negocio, el de toda la vida, que ha pasado por sus momentos buenos y malos por la crisis, afortunadamente se mantiene. La segunda pata es ese vínculo con el cliente local, con el que nos comemos la cabeza inventándonos cosas para atraerlo. El turista es la tercera pata, que es en la que estamos trabajando este año con intensidad”.
-¿En qué consiste ese trabajo?
“La idea es conseguir que los turistas vengan al Mencey, a Santa Cruz en general, y para ello estamos en colaboración constante con Ashotel y con los propios contactos de Iberostar a nivel cadena. Es un cliente que nos da estabilidad, tienen estancias más largas y sobre todo nos ofrece diversidad porque así no solo dependemos del cliente de negocios”.
-El actual equipo de gobierno apuesta por una Santa Cruz turística, ¿confirman los datos ese cambio de perfil en los visitantes?
“Totalmente. A fecha de hoy, para los meses de julio y agosto, las perspectivas de ocupación están el 20% por encima de las del año pasado por la misma fecha. Se nota que ese trabajo está ahí y que el cliente cada vez nos está aceptando mejor. La prueba es que empezamos a tener cliente repetidor, que vuelve al hotel, y eso, al final, es la vida para nosotros. Los meses de verano históricamente para el Mencey eran muy tranquilos, prácticamente los más bajos del año y se ha dado la vuelta al tortilla. El año pasado agosto fue el mes de mayor ocupación de todo el año y la perspectiva este año va a ser la misma, y todo por la llegada de turistas”.
-Sin embargo, usted es de los que cree que hay que ser cauteloso con estos datos…
“Debemos ser un poco cautos porque hay factores que están influyendo y que no debemos olvidar, que son los problemas en el norte de África y la ocupación del Sur, que es altísima, prácticamente no se pueden conseguir camas y eso es un vaso comunicante para Santa Cruz. No debemos perder la perspectiva”.
[su_pullquote]”Que los visitantes sepan por dónde van en la ciudad es fundamental; sin señalética no podemos avanzar”[/su_pullquote]
-Entonces lo lógico es que bajen las cifras de ocupación…
“Efectivamente. Nosotros lo que tenemos que conseguir es fidelizar a los clientes, que nos elijan y vuelvan a alojarse con nosotros. Ahora mismo no sabemos si es un cliente que nos ha elegido o nos viene prestado. Nuestro trabajo es ofrecer calidad y por eso es importante la colaboración de todas las partes, no solo de los hoteles, también de las instituciones y del tejido empresarial”.
-¿Cómo es la relación con el cliente turista?
“Le ofertamos no solo el propio hotel sino también las instalaciones de las que disponemos como spa, gastronomía… Tenemos que tener en cuenta que es un tipo de turista distinto del que va al sur, con estancias más cortas. Allí hablamos de una semana a diez días, aquí de tres o cuatro noches. También tiene otras perspectivas y están mas interesado en excursiones, cultura, no tanto en sol y playa. Por eso la colaboración del Ayuntamiento es vital y empujar todos juntos es clave”.
– ¿Y cómo es la relación con el Ayuntamiento?
“Sí que hemos notado que últimamente la relación con el Ayuntamiento es mucho más estrecha, con una comunicación más fluida y diaria. Y el interés por parte de las instituciones es el necesario para impulsar el trabajo. Al final, todos los hoteles de la ciudad, solos, no podemos hacer nada, porque el destino es el que interesa, es lo importante, que sea atractivo no solo por sus hoteles sino por sí mismo”.
-¿Cómo es la relación con los otros hoteles de la ciudad? ¿Los precios del Mencey marcan mucho los del resto?
“La relación es cordial sin ninguna duda. Sí que es cierto que en los años de reapertura del Mencey hubo que reposicionar el hotel en precios que no son los habituales o no esperados para un hotel de esta categoría. Eso al final es una escalera que arrastra a todos los que van debajo porque si el cinco estrellas está a 60 euros, el de cuatro no va a estar a 70. Ese ajuste afectó a todos. La lucha nuestra desde hace año y medio es subir precios, poner el hotel en una tarifa que creemos que es la justa y al mismo tiempo que los demás compañeros de la ciudad puedan ellos subir detrás”.
-¿Esa política de ir subiendo el precio incluiría ofertar más servicios dentro de la tarifa que ahora no se incluyen como el spa?
“Ahora ofrecemos el alojamiento y la pensión que contraten. Otros servicios extras como el spa o el acceso a restaurantes temáticos es cierto que van a parte. No descartamos que en un momento dado si el hotel puede admitir esa gratuidad o esos regalos al cliente, lo haga. Todo va en función del precio, si es competitivo y el cliente lo acepta, sí se le puede regalar la cena o el spa”.
[su_pullquote align=”right”]”El mencey lleva en su ADN a Santa Cruz, a sus habitantes, que son una de las tres patas de apoyo del hotel”[/su_pullquote]
-¿Santa Cruz necesita más hoteles?
“Es una pregunta difícil porque en el día a día diría que no pero también es cierto que nos hemos encontrado en congresos, reuniones importantes, en los que nos han faltado camas. Sin embargo, son cosas puntuales, una o dos semanas al año, en las que nos quedamos muy cortos y tenemos que tirar de otros destinos. Pero luego en el día a día la actividad se sostiene bien con las camas que tenemos”.
-Mencionó usted la reapertura, ¿se ha recuperado ya el hotel?
“Yo he tenido la suerte de pillarlo ya casi reenganchado, mis compañeros anteriores, Daniel Cañibano y Javier Ortiz si que vivieron eso un poco más crudo. Después de dos años cerrado, el hotel se desposiciona y se desvincula de las actividades, el arranque fue muy duro y además coincidió con los peores años de la crisis. Se sufrió bastante. Desde un año para acá, desde julio del año pasado, se notó un cambio total, pero ya no solo en el Mencey sino en la ciudad”.
-El Mencey se quejó alguna vez de que la dinamización de la ciudad se olvidaba del barrio de Los Hoteles, ¿se sigue pensando lo mismo?
“Como ya dije la comunicación con el Ayuntamiento es muy buena y desde el minuto uno ha sido constante. Sí he expresado alguna que otra mejora que es necesaria de manera urgente como es la señalética. Se que están luchando muchísimo para conseguirlo. Este asunto es fundamental para seguir caminando en todo lo demás, si la gente no sabe a dónde tiene que ir cuando va por la ciudad, complicado lo tenemos para el resto de cosas”.
-¿Ha encontrado el Mencey un nuevo nicho de mercado en las actividades sin alojamiento?
“En la matriz de esas actividades está la relación con la ciudad. En el 90% de los acciones que ponemos en marcha están dirigidas al cliente no alojado, aunque evidentemente también los clientes pueden disfrutar de ellas. Tenemos ejemplos como la bermutería que tenemos los sábados que está funcionando muy bien o los que hemos puesto en marcha este año como son el restaurante Papa Negra y Casa Duque”.
-¿En qué consisten?
“Papa Negra es un establecimiento gourmet, de cocina canaria, claramente enfocado a una carta de productos locales mientras que la Casa Duque ofrece ocio nocturno los viernes y sábados. Son dos iniciativas para público local, con fácil acceso desde el exterior y aunque las organice el Mencey, la idea es que la gente sepa que no es necesario entrar por la puerta del hotel que eso, a alguna gente, aún le impone”.