“Tenerife puede ser líder mundial del turismo, si quisiera, y para ello debería mejorar su paisaje urbano y sus infraestructuras, la formación de sus desempleados, para captar un turismo de mayor poder adquisitivo, con el que crear el empleo que necesitamos, y de más calidad que el actual”.
Así lo defiende, con una contagiosa convicción, el expresidente de la patronal Ashotel José Fernando Cabrera, en las charlas que da a empresarios y políticos para persuadirles de que “la isla soñada es posible” . Con diseños creados por el arquitecto Chus del Real, Cabrera, empresario del sector, persigue este sueño porque además sabe que muchas de las mejoras paisajísticas que propone “no requieren grandes inversiones, sino pequeñas actuaciones que , unidas son muy espectaculares, y hacen que un turista de alto poder adquisitivo sienta que está en una isla turística, maravillosa, que vale la pena visitar”.
En este sentido, Cabrera critica que, solo en Tenerife, este año los hoteleros inviertan 200 millones en renovar sus establecimientos y que, en cambio, el Gobierno canario, para la rehabilitación de zonas turísticas, invierta sólo 3 millones, “dando la espalda a esta necesidad” , máxime cuando en 2012 el Ejecutivo regional subió el IGIC al sector y ha recaudado 1.500 millones. Tampoco salva al Cabildo tinerfeño, pues, si bien es el que más dinero invierte, cree que es insuficiente, aunque valora que anuncie futuras inversiones en numerosos puntos del litoral.
“Sin materias primas, alejados de los grandes mercados y sin tecnología, la gran oportunidad sigue siendo el turismo, que arrastrará a la construcción, el comercio, la industria y la agricultura, pero, como no debemos consumir más suelo, porque no podemos meter más carga al territorio, no se trata de traer más turistas, sino de más nivel económico, que existen en Europa, pero que ahora se van a la Costa Azul, Florida o Tailandia”, expone el expresidente de Ashotel, que confiesa estar “comprometido” con su tierra.
El empresario resume así su recetario para hacer posible este sueño de crear riqueza y empleo en una isla cuyo paro es alarmante: “Continuar la renovación hotelera (ahí la iniciativa privada está actuando decididamente); mejorar la formación de los canarios (en esto los últimos gobiernos han fracaso, pues se han malgastado cientos de millones europeos en cursos que no habilitan para un trabajo), ejecutar un plan de infraestructuras turísticas, incluyendo playas, marinas, puertos y aeropuertos (AENA quiere un lavado de cara para la terminal del Sur, que está saturada, es horrorosa, en lugar de hacer una nueva, como la que ha diseñado Chus en la que entrarías a una isla maravillosa, y se debería ajardinar la autopista que lleva del Reina Sofía a la zona turística) y renovar el espacio público donde hacen vida los turistas, que está muy deteriorado, con pivotes verdes en lugar de rotondas y terraplenes de excavación en lugar de jardines”.
Con esta misma filosofía, Del Real pone como ejemplo diseños suyos para estas propuestas, así como otras para Punta Brava, en Puerto de la Cruz, o en la costa Santiago del Teide.“Hay que mostrar a la sociedad que se pueden hacer las cosas de otra manera, y al final los propios ciudadanos arreglan sus casas si se mejora todo el entorno, como en el litoral, donde, sin grandes inversiones y respetando los valores de nuestro paisaje, se pueden recuperar espacios y crear empleo”. A juicio de este arquitecto tinerfeño, “Tenerife, por clima, paisaje, seguridad, cultura, es uno de los lugares del mundo con más cualidades para el turismo, pero no nos lo acabamos de creer ni preparamos la isla para ello”.
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