La Audiencia de Las Palmas ha condenado a 17 años y medio de cárcel al hombre que mató al novio de su amante apuñalándolo varias veces tras esperarle de noche a la salida del hotel de Fuerteventura donde trabajaba de camarero, en unos hechos ocurridos en 2015.
La sentencia, hecha pública hoy, declara a Pedro M.B. autor de un delito de asesinato cometido con la agravante de haberse aprovechado de las circunstancias del lugar donde lo llevó a cabo, una “zona muy oscura” y, “además, poco transitada” en la que atacó a Daniel M.I., el novio de su amante, tras esperar que se subiera a su coche, buscando actuar “de forma sorpresiva e impune”.
Y se declara probado que “le asestó, con la intención de acabar con su vida y, en todo caso, aceptando la posibilidad de acabar con su vida, diversas puñaladas” en el cuello, el pecho, el hombro y las piernas.
La víctima sufrió “lesiones en el cuello que afectaron a la vena yugular, seccionando completamente la vena yugular externa, en el hombro derecho, diversas heridas en el tórax, una de las cuales afectaba en profundidad a la víscera pulmonar, seccionado los vasos intraparenquimatosos, y diversas heridas en la pierna izquierda”.
Además, después de ver cómo su víctima “cayó al suelo” tras salir de su coche, “acto seguido el acusado sacó la cartera de un bolsillo del pantalón de Daniel, la tiró en las proximidades y abandonó el lugar”, algo que hizo “caminando tranquilamente”, se detalla en el fallo judicial, emitido por la sección segunda de la Audiencia Provincial.
Tal como había declarado probado el jurado que juzgó caso, la sentencia concluye que los actos de Pedro M.B., que mató a Daniel M.I. al decidir su novia, Jennifer R.I., dar por acabada una relación entre ambos, constituyen un delito de asesinato.
Razón por la que, además de la condena de prisión ya citada, le impone una pena de inhabilitación absoluta y 20 años de prohibición de acudir a la isla de Fuerteventura y a Talavera de la Reina (Toledo), donde residen los parientes del fallecido, así como el pago de 240.000 euros en indemnizaciones a sus padres y sus dos hermanos en concepto de responsabilidad civil.
El acusado tiene todavía la opción de apelar esta sentencia de la Audiencia de Las Palmas ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.