San Miguel se convierte en el primer municipio cardioprotegido de la Isla

El Ayuntamiento instala una red de 12 desfibriladores situados en lugares estratégicos, desde la cumbre a la costa
El alcalde, Arturo González (centro), la edil Isidora González y Alfonso Delgado, de la Obra Social de La Caixa. J. C. M.
El alcalde, Arturo González (centro), la edil Isidora González y Alfonso Delgado, de la Obra Social de La Caixa. J. C. M.

En la primera semana de julio de 2015, un taxista que esperaba a un cliente en la parada del hotel Santa Bárbara, en San Miguel de Abona, sufría un infarto al volante, aunque sus compañeros tardaron en percatarse de su grave estado. Se perdió un tiempo que resultó decisivo y que abocó a la víctima a un desenlace fatal por apenas unos minutos. Aquel hecho conmocionó a la concejal de Seguridad, Isidora González, que se acababa de estrenar en el cargo, y que conocía personalmente al malogrado taxista.

Desde entonces se propuso poner en marcha las medidas necesarias para intentar evitar que se repitiera un hecho similar. Así nació la idea de instalar una red de desfibriladores por todo el municipio sureño, desde la cumbre hasta la costa, que fue presentada ayer, y que cuenta con la particularidad de que los dispositivos están situados en lugares estratégicos y a una distancia calculada en coche de cinco minutos, como máximo, de los vecinos.

En concreto son 12 las unidades de respuesta inmediata ante paradas cardiorrespiratorias que se han instalado en el municipio y que, además, formarán parte del mapa de geolocalización de los Desfibriladores Semiautomáticos y Automáticos de Canarias (DESA) de la Consejería de Sanidad, lo que permitirá que vecinos, visitantes y turistas conozcan la ubicación exacta de cada uno de ellos y que los equipos de emergencia localicen con mayor facilidad a la persona afectada.

El alcalde de San Miguel, Arturo González, destacó que los dispositivos se han distribuido por instalaciones deportivas, culturales, de ocio, así como en espacios turísticos de Costa San Miguel, en los polígonos industriales y comerciales, en las dependencias de la Policía Local y en el monte de Cho Pancho, “con el objetivo de dar una respuesta inmediata a la población en caso de infarto mientras llega la atención sanitaria”. González confirmó que con esta iniciativa impulsada desde el Ayuntamiento, San Miguel de Abona se convierte en el “primer municipio de Tenerife cardioprotegido”.

Por su parte, la edil de Seguridad, Isidora González, indicó que los desfibriladores permitirán actuar “dentro del tiempo límite, es decir, en los primeros siete minutos tras un ataque al corazón, antes de que llegue la ambulancia”. Tanto el alcalde como la concejal se mostraron convencidos de que las 12 unidades se incrementarán a corto plazo. De hecho, algunas gasolineras y establecimientos turísticos ya han mostrado su interés en ampliar la red que acaba de presentarse. Alfonso Delgado, de la Obra Social de La Caixa, entidad que apoya el proyecto, confirmó que el coste de cada unidad es de 1.400 euros.

Los desfibriladores están ubicados en los campos de fútbol de San Miguel, Las Zocas y Guargacho; en los hoteles Sandoz San Blas y Santa Bárbara; centro recreativo Cho Pancho, pabellón de deportes, centro cultural Llano del Camello, la sede de la Policía Local y la empresa Conforama.

Uno de los desfibriladores adquiridos por el Ayuntamiento
Uno de los desfibriladores adquiridos por el Ayuntamiento de San Miguel

Cuando el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica

La desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón para que pueda retomar el ritmo eléctrico. El dispositivo portátil es la fórmula de choque para tratar paradas cardiorrespiratorias cuando el corazón pierde efectividad mecánica.

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