“Las rondallas queremos ir a la Gala a cantar; si la murga canta en directo, nosotros también”

La rondalla más laureada del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, el Orfeón La Paz de La Laguna, vuelve el próximo domingo a la competición del Concurso de Rondallas el próximo domingo 19, en el Auditorio de Tenerife Adán Martín, tras dos años de pausa para preparar los actos de su centenario
Foto SERGIO MÉNDEZ

La rondalla más laureada del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, el Orfeón La Paz de La Laguna, vuelve el próximo domingo a la competición del Concurso de Rondallas el próximo domingo 19, en el Auditorio de Tenerife Adán Martín, tras dos años de pausa para preparar los actos de su centenario. La sociedad artística fundada en 1918 comenzó hace una semana a ensayar al completo con su grupo coral y los instrumentos de pulso y púa, para conjuntar el repertorio “de enorme dificultad y nivel” que presentarán al concurso. Llegan con mucha ilusión y ganas de disfrutar de su trabajo y de que el público se emocione con sus actuaciones. Están seguros de que el repertorio gustará. Mañana jueves tendrá lugar la presentación de las obras y la fantasía que lucirá la rondalla, denominada Helle-Kin, diseñada por Ana María Hernández. Repasamos junto a su director, Juan Ramón Vinagre, la actualidad de su agrupación, formada por 65 miembros, que espera volver a deleitar al público con su interpretación.

-¿Tienen aún una mayor responsabilidad por volver al concurso tras dos años de descanso?

“Hay cierta presión para realizar el mismo papel que veníamos realizando, pero es un trabajo que conocemos, en el que tenemos experiencia, lo sabemos hacer y sabemos cómo afrontarlo y resolverlo”.

-¿Le ha venido bien a todo el grupo estos años apartado y el quitarse esa presión de competir?

“En realidad no han sido años sabáticos, pues hemos trabajado igual de duro, ya que el compromiso del Orfeón, tanto en Carnavales como en todas sus actuaciones en general, es con el público, no con ningún jurado. Somos del pensamiento de que si nos dirigimos al público, creamos un momento musical importante y seguramente el jurado lo reconocerá”.

-Ustedes siempre han sido pioneros y están considerados de los grupos que han marcado tendencia en el certamen de rondallas. ¿Hasta dónde cree que debería ir el Concurso de Rondallas, continuar con la parte más clásica, culta y tradicional, o enfocarse a más temas populares, hacia un público más joven?

“Las bases del Concurso de Rondallas dicen que hay que tocar dos obras del repertorio lírico (zarzuela, ópera, opereta…) y una tercera obra de libre elección (popular o de cualquier otro estilo), y creo que está bien combinar ambas cosas. ¿Por qué tiene más peso en el repertorio el estilo lírico?, porque es la tradición de las rondallas y es lo que nos diferencia de los demás grupos del Carnaval y, además, el público de Santa Cruz es un público culto, que está acostumbrado desde hace más de 100 años a este tipo de repertorio. Piense que si cualquier rondalla canta un número de zarzuela, la gente lo tiene en la cabeza, pues lleva muchos años escuchando ópera y zarzuela. Estoy de acuerdo en acercar al público más joven al concurso, pero no creo que la opción sea interpretando temas que tienen cada día cuando encienden la radio”.

-¿Qué cree que debería mejorarse en las rondallas para volver a recuperar el esplendor de antaño, o considera que ya será muy difícil porque ha cambiado la sociedad y la forma de enfocar la
cultura?

“Por supuesto que la sociedad ha cambiado y no es la misma que en el momento de esplendor de las rondallas, pero es que el Carnaval tampoco es el mismo. A partir de los años 80, cuando vino Tamayo, dio un vuelco tremendo, y eso repercutió en las rondallas. Cada vez teníamos menos sitios, cada vez se hacían más cosas en la calle, cuando antes estaba más recluido en las distintas sociedades para bien o para mal, y no sé si se masificó demasiado. El hueco de las rondallas se ha ido reduciendo más, antes la gala era en el Teatro Guimerá, y las rondallas lucían; en las galas en la plaza de España o en el Recinto Ferial ya no te dejan montar en directo, a viva voz, y ahora nos obligan a cantar en playback, como si no hubiera medios técnicos para hacerlo, y cuando una rondalla sale a un escenario tan enorme de una gala a cantar encima del playback es una cosa muy fría, y si no hay calor en el propio espectáculo, tampoco se transmite la emoción a los espectadores que lo ven por televisión”.

Foto ANDRÉS GUTIÉRREZ

-Entonces, innovar no siempre sale bien…

“Depende del camino que elijas. Las rondallas queremos ir a la Gala a cantar, no a hacer el tonto. Si los directores de gala buscan una zona dentro del escenario para que la murga cante en directo, también se puede preparar una zona para que una rondalla cante en directo. No es tan difícil designar un espacio para colocar unas sillas y montar unos micrófonos para que toquemos en vivo. Parece que tanto los directores de las galas como los miembros de Fiestas olvidan que las rondallas son las agrupaciones más genuinas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y hay que cuidarlas”.

-Desde fuera estos últimos dos años, ¿cómo ha visto el nivel del Concurso de Rondallas?

“[Duda…]. Prefiero no opinar… (tras un paréntesis, continúa). En la dirección de las rondallas siempre tiene que haber gente capaz y con formación. Y no siempre, y en todos los casos, hay gente bien formada. Considero que es importante que sea así, ya que da un criterio formado a su agrupación”.

-¿Y si le pregunto por el Auditorio Adán Martín o el Teatro Guimerá?

“En su momento, el debate no era Teatro Guimerá o Auditorio, el debate era al aire libre o en un recinto cerrado. Creo que el Auditorio era y es el marco adecuado para las rondallas. El debate venía por el aforo del Auditorio, que no es el mismo que cuando se hacía en la Plaza de Toros, la plaza de España o en alguna edición que se hizo en el Pabellón de Deportes. Pero el marco más apropiado para este tipo de música es el Auditorio, y su aforo de 1.600 personas es adecuado. En aquella época era distinto, pues acudía más público al Concurso de Rondallas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, pero ahora creo que no lo llenamos”.

-Ustedes son de las pocas agrupaciones que tienen un programa de actuaciones todo el año, lo que les beneficia, y son cantera para músicos y coristas.

“Sí es cierto, pero la tendencia del resto de agrupaciones ha sido imitar un poco lo que hace el Orfeón, y tanto El Cabo como la Masa Coral, por poner dos ejemplos, mantienen actividad durante todo el año. Cada vez hay más rondallas que no solo se reúnen para Carnaval, sino que también hacen más actividades y conciertos durante el año”.

-Realmente, ¿se pondera más la actuación del grupo en general que la del solista?

“Las bases del concurso dicen que el solista puntúa aparte del resto de la rondalla, tanto del grupo de pulso y púa como del coro, y si comete algún fallo o no brilla, no repercutiría en el resto del grupo, pero en realidad no es así, pues una mala interpretación de un solista te desluce el conjunto. En la práctica no es así del todo. De todos modos, no es lo mismo la afinación de un piano o de una guitarra o un laúd que la voz de un intérprete, que depende de su estado de ánimo o de su estado de salud ese día”.

-Entonces, usted no es partidario de ningún tipo de ayuda técnica.

“No lo soy. Si vas al Auditorio a escuchar un concierto de la Sinfónica o una ópera, o voy al Casino o al Guimerá a escuchar un concierto, no veo que la gente cante con micrófonos, pues este tipo de música destaca por la realidad y por emocionar al público a través de la técnica individual de los propios intérpretes. Además, la forma de valorar en concurso por parte del jurado cambiaría, no sería lo mismo”.

-¿Cómo elige un director el repertorio que interpretará su rondalla en el concurso? ¿Cuánto tiempo tarda en cerrarlo?

“Eso no lo ve nadie, pero cuesta muchísimo, porque las bases dicen que no se pueden repetir temas que han sido interpretados en el Concurso ni por tu grupo ni por el resto en un plazo de cinco años, y esto te limita un poco, por lo que hay que buscar mucho. También tienes que pensar que todos los temas del repertorio le vienen bien a tu agrupación y tienes que seleccionar el que se adapte mejor y hacer los arreglos adecuados a las características de la agrupación que tienes, y eso lleva tiempo. De la misma forma, nadie ve ni valora las horas de ensayo de las distintas rondallas, la gente solo ve el resultado, y ni se imagina las horas de trabajo que hay previas y el esfuerzo, incluso durante años, para que cada cantante o instrumentista haya desarrollado la técnica suficiente para tocar la pieza de esa manera”.

-¿Cómo marchan los preparativos del centenario del Orfeón?

“Estamos ideando y ajustando las actividades. Los actos comenzarán el 18 de febrero de 2018. El 2 de febrero de 1917, festividad en honor a la Virgen de la Candelaria, nuestro coro cantó una misa en su honor y, a partir de ahí, se estabilizó”.

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