Vuelven las Burras, el Carnaval del diablo

La representación teatral atrajo anoche a miles de personas a la plaza de San Pedro y culminó con la quema de la sardina
Fotografía Andrés Gutiérrez

Dos años de espera y la polémica generada por un boceto de cartel anunciador que dio origen a un enorme revuelo en las redes sociales sirvieron de acicate para que anoche la plaza de San Pedro Apóstol se quedara pequeña para albergar a miles de personas que acudieron a presenciar un espectáculo singular dentro del Carnaval de Tenerife, Las Burras de Güímar.

Fotografías: Andrés Gutiérrez

Sobre las nueve de la noche comenzó la procesión del Entierro de la Sardina, que estuvo acompañada de un gran número de viudas y campesinos camino de la plaza de San Pedro, mientras eran increpados por unos seres con forma de burra, algo que les causa extrañeza, por lo que deciden abalanzarse sobre ellas y pincharles con sus cuchillos, comprobando que son brujas y no burras. Es el momento en que ellas, con la bruja jefa a la cabeza, invocan al demonio y comienzan un llamativo aquelarre, en el que aparecen personajes como el cuervo, el murciélago o la mantis religiosa, produciéndose un encendido espectáculo lleno de color y fuego, protagonizado por más de un centenar de vecinos que hacen una representación digna de profesionales, a los que ayer se sumó el conocido personaje del Perro Maldito (diablo vestido de can) de Valsequillo. Uno de los momentos más inquietantes para el público presente se produce cuando aparece el demonio acompañado por un montón de diablillos y los aristócratas, sin olvidar tampoco la presencia de fantasmas.

Poco después, llega la Santa Inquisición acompañada del obispo y sus frailes. El obispo llama al arcángel San Miguel que, en una dura lucha, termina con el demonio. Mientras, los escupefuegos asombran al personal, a pesar de que en los últimos años las medidas de seguridad han recortado la presencia de voladores y fuegos artificiales en el escenario y sus alrededores. Una vez muerto el demonio, las brujas también lo hacen quemadas en la hoguera, en la que terminó de arder la sardina antes de poner fin a la noche con una gran verbena.

Los orígenes

Fotografías: Andrés Gutiérrez

Las Burras de Güímar se desarrollan desde 1992, año en que se decide recuperar el Entierro de la Sardina como acto característico del Carnaval. Para crear esta celebración, los organizadores se basaron en la tradición local que hacía referencia a leyendas de brujas que se convertían en burras con el fin de pasar desapercibidas y poder realizar hechizos contra la población. Con estos referentes y con la larga relación del pueblo de Güímar con los misterios y la propia brujería, poco a poco se ha ido constituyendo lo que hoy en día ya es una tradición carnavalera singular, impulsada en su día por el historiador y artista Eloy Campos, y que sus actuales organizadores piensan recuperar anualmente.

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