El fuerte oleaje provoca destrozos en zonas de baño de Tacoronte

El fuerte oleaje vuelve a causar estragos en la costa del norte de la isla de Tenerife. En esta ocasión, el temporal marino ha provocado daños en las infraestructuras de las zonas de baño del municipio de Tacoronte, valorados en más de 8.000 euros, según las primeras estimaciones del Ayuntamiento.

Las olas de gran tamaño de los últimos días han llenado de residuos y piedras los accesos a la playa de La Arena, en Mesa del Mar, y han ocasionado destrozos en su paseo marítimo. El oleaje también ha producido desperfectos de diversa consideración en el barrio pesquero de El Pris, con la rotura de vallas de seguridad y muros.

A la vista de las previsiones sobre el estado del mar, se espera que el próximo lunes, 3 de abril, puedan comenzar las obras de reparación de los destrozos y las labores de limpieza y mantenimiento de la playa y las piscinas por parte de los servicios municipales. Según informa el Ayuntamiento tacorontero, los trabajos se prolongarán durante varios días, de forma que para el periodo vacacional de Semana Santa estos concurridos espacios puedan estar ya en perfectas condiciones de uso público.

Sí se puede

Como dice el refrán, llueve sobre mojado. Antes de que se produjeran estos desperfectos por efecto del temporal marino, el grupo municipal de Sí se puede ya denunció el mal estado de la costa y de las zonas de baño de Tacoronte, y señalaba como los puntos más abandonados del litoral del municipio Mesa del Mar y la piscina seminatural de El Pris. La portavoz del grupo municipal ecosocialista, Violeta Moreno, indicó que llevan denunciando esta situación varios años, “pero el grupo de gobierno de CC continúa con la misma pasividad y poca voluntad política, de forma que mantiene estas zonas de baño descuidadas, sin un mínimo de seguridad y salubridad”,

En concreto, Moreno detalló que “el piso de las zonas transitables y de acceso a la piscina de Mesa del Mar tiene un manto de algas verdes que convierte el suelo en una pista de patinaje, con el consiguiente peligro para cualquier persona que quiera acercarse a la piscina. Además, las barras del entorno de la piscina están sueltas, los baños están cerrados, no hay vigilancia, no se indica el estado del mar ni hay escalera de acceso a la orilla”.