El municipio de Arafo vivió este fin de semana uno de los actos más esperados de las fiestas patronales con la tradicional Romería de San Agustín, que comenzó en la zona de la Esquina de Los Carros y recorrió diferentes calles del casco urbano hasta llegar a la iglesia matriz de San Juan Degollado.
Centenares de romeros esperaron en la parte alta del pueblo la llegada del santo, ataviados con los trajes típicos del Archipiélago para preservar la tradición, muchos de ellos con guitarras y timples para tocar y cantar mientras San Agustín llegaba en procesión desde su capilla.
La música típica, los bailes de la tierra realizados por las distintas agrupaciones que se dieron cita en Arafo y las carretas engalanadas, en las que se encontraban las reinas y romeras adulta, infantil y de la tercera edad, así como el míster y el romero infantil, encabezaron la salida de la comitiva, con San Agustín presidiendo. Después de varias horas de caminar, beber y cantar, la comitiva llegó a la plaza de San Juan Degollado con ganas de continuar con la fiesta, espacio donde comenzó el tradicional baile de magos y que en la edición de este año estuvo amenizado por las orquestas Dorada Band y Acapulco.
Ayer, día grande, la jornada comenzó con el traslado del Pendón desde la Casa Consistorial hasta la iglesia matriz. Tras la misa se estrenó la obra Arafo, ensueño de un paraíso, del director Ferrer Ferrán. Anoche se produjo el hermanamiento con Los Silos, y la procesión y los fuegos artificiales pusieron el broche final a un fin de semana festivo intenso.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas