Marco Wang considera que “la inversión en desalación es barata y muy rentable”

A Marco Wang, uno de los 10 empresarios chinos más influyentes en España, Güímar le recibió ayer con una alfombra roja, aunque sin fanfarria. La alcaldesa, Carmen Luisa Castro (PP), sigue empecinada en buscar inversión para su alicaído municipio, aunque sea con proyectos que por ahora chocan con las Administraciones supramunicipales, como el Gobierno de Canarias y el Cabildo.

Ayer, en rueda de prensa, Marco Wang insistió en que Güímar, y Tenerife en general, es un buen lugar para invertir, y consideró que, “en una Isla como esta, no se explica que no se trabaje con energías renovables”. Recordó que “nuestra tecnología, totalmente española, ya tiene 17 plantas de desalación en España y ahora la estamos llevando a China. La desalación es una inversión barata y de alta rentabilidad, y más aquí, con los precios que tiene el agua”, comentó el vicepresidente ejecutivo de ACEC, una asociación de 70 empresas hispano-chinas.

Wang, que ayer visitó la costa del municipio, el Polígono Industrial y el parque etnográfico Pirámides de Güímar, insistió en que “los chinos no buscamos el sol, porque morenos somos más feos. Cuando viajamos, buscamos naturaleza e historia, y Güímar tiene mucho que ofrecer, pero para ello necesita hoteles de lujo”. Quedó encantado con el proyecto integral de los barrancos, con hoteles, villas, campo de golf, hidroeléctrica y desaladora, redactado por el arquitecto Juan Carlos Piñeiro y que la alcaldesa quiere impulsar con la compra de los terrenos con el dinero de la sentencia del caso Áridos.

Cuando a Luisa Castro se le preguntó por las críticas de Carlos Alonso a la visita de Wang, la regidora popular fue clara: “Carlos sabe que son los políticos los que cambian los suelos. Yo presento alternativas y proyectos, otros no hacen nada; la sentencia se debe cumplir en dos meses y seguimos igual”.

Alonso responde

El presidente del Cabildo instó al Parlamento de Canarias a “dar una solución” para la reordenación de los barrancos de Güímar, una vez que rechazó la proposición de ley planteada por la Corporación insular. Cuestionado por la visita del empresario chino al municipio para estudiar posibles inversiones, Alonso comentó que el Cabildo intentó impulsar la restauración medioambiental, para posteriormente abrir la zona al desarrollo económico, “incluso turístico, si se complementa con la agricultura”, y “no nos dejaron”. “Ahora serán otros los que tengan que resolver el problema”, sentenció.