medio ambiente

“La situación del agua en la isla de Tenerife no es crítica, pero sí preocupante”

Su deseo para 2018 fue un año cargado de lluvias y lo mismo le pidió a los Reyes Magos. Manuel Martínez se debe de haber portado bien el pasado año, porque Sus Majestades cumplieron
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero

Su deseo para 2018 fue un año cargado de lluvias y lo mismo le pidió a los Reyes Magos. Manuel Martínez se debe de haber portado bien el pasado año, porque Sus Majestades cumplieron. Ahora falta que consiga todos los objetivos planteados desde su área para aprovechar mejor el agua ante la grave sequía que tiene la Isla, y solucionar uno de los problemas más graves en esta materia: una deficiente red de saneamiento.

-¿La situación del agua es crítica en Tenerife?
“Más que crítica, es preocupante. Pero no en estos momentos, sino cuando afrontemos el verano, porque el consumo aumenta. Los cultivos de secano en las zonas rurales van a tirar del agua de la red de abastecimiento y así se traspasa el problema. Debemos estar preocupados, no alarmados, porque estamos a tiempo de tomar medidas”.

-¿Se puede llegar al punto de restringir el agua para el consumo humano?
“Espero que no lleguemos a eso, por eso estoy pidiendo que empecemos a ahorrar desde ahora y a realizar actuaciones para aprovechar mejor el agua que tenemos. La restricción es la última opción a la que debemos llegar”.

Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero

-¿Qué medidas a corto, medio y largo plazo se adoptarán desde el Cabildo para garantizar tanto el agua de consumo como la de riego agrícola?
“Estamos analizando con Balten toda la situación y ver qué actuaciones debemos llevar a cabo. En las próximas semanas tendremos más datos, así que haremos una reunión con el presidente y le trasladaremos qué opciones se pueden llevar a cabo. La red de transporte de agua en la Isla está interconectada, por eso, aunque se haga una infraestructura en un sitio, tiene repercusión en otro y se puede jugar con todas ellas”.

-¿Se ha concienciado a los agricultores sobre cómo pueden y deben racionalizarla?
“El primer problema es la falta de lluvia y sustituirla es muy difícil, sobre todo en invierno y para determinados tipos de cultivos, por lo tanto, hay que ir afrontando el problema y cuanto antes empecemos, mejor, porque el verano se presenta duro. Nos estamos reuniendo con Balten y los técnicos del Consejo Insular de Aguas para ver qué infraestructuras habría que realizar para poder aportar más agua, pero el agua es la que tenemos, no hay muchas más soluciones para esta situación. El futuro pasa por el agua depurada, en regenerar y en convertir lo que es un vertido en un recurso para la agricultura. Ahora mismo, una parte se vierte al mar y otra se aprovecha para el cultivo de plataneras. El problema está sobre todo en zona de medianías, donde el 100% del agua es de las galerías”.

Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero

-¿Cuáles son las zonas de la Isla más afectadas por la sequía?
“En la actualidad, desde el punto de vista agrícola, aunque lo puede decir mejor el consejero de Agricultura, Jesús Morales, son Vilaflor, San Juan de la Rambla, el Valle de La Orotava y la Isla Baja. Es importante diferenciar el cultivo de regadío y el de secano. Los cultivos de plátano, por ejemplo, tienen un consumo continuo de agua, pero hay otros, como la papa y la viña, en los que no sé si ha avanzado el riego por goteo. Y ahí es donde está el problema, se pierde esa plantación si no llueve y es complicado llegar a darle agua, sobre todo por la altitud en la que se encuentra, unos 1.000 metros de altura, donde la única fuente que hay es el agua subterránea. Pero si no llueve, el acuífero tampoco se recarga. Se habla de mejoras de los tomaderos de los barrancos, pero, según los técnicos, no es rentable hacer una infraestructura cuando es un problema de cambio climático y eso va a suponer modificar muchas cosas, desde los tipos de cultivo hasta el estilo de vida. No quiero ser pesimista, sino realista, y transmitir que es necesario actuar ya”.

-¿No es conveniente construir pequeños embalses para almacenar el agua de lluvia?
“Sé que es una reivindicación de la alcaldesa de San Juan de la Rambla aumentar el número de tomaderos en el barranco para que llegue más agua cuando corra a la balsa, pero si no corren los barrancos, ¿cómo llenamos la balsa? Siempre se pueden mejorar las infraestructuras, y hay que escuchar la opinión de la gente del campo y después valorarla con los técnicos, pero no podemos ir haciendo minipresas en cada sitio que no son rentables económicamente”.

-Uno de los grandes problemas son las pérdidas en la red. ¿Qué deben hacer los ayuntamientos para evitarlo?
“Las infraestructuras municipales no están supervisadas por ningún técnico y si hay una fuga, nadie se entera. Por eso es necesario tener un contador en las instalaciones municipales para controlar que el consumo sea normal y cambiar aquellos que son muy antiguos y nunca se han renovado. Simplemente con eso ya se ahorra agua. También hay que instalar reguladoras de presión en la mayoría de los municipios, donde hay mucha diferencia de cota de altura. Con estas tres medidas se puede recuperar entre el 10% y el 15% de agua, y eso en un municipio pequeño es un porcentaje importante”.

Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero

-En general, ¿las infraestructuras que existen en la Isla son suficientes o hacen falta más?
“Las infraestructuras que hacen falta ahora mismo son las depuradoras y aumentar la red de alcantarillado. Hemos hecho una radiografía de los municipios y le hemos dicho a los 31 ayuntamientos dónde tienen red de saneamiento y dónde no. Porque si hay una depuradora, pero falta la red de alcantarillado para verter las aguas negras, no sirve de nada. Las dos más urgentes, incluso por un problema medioambiental, son las de Santiago del Teide-Guía de Isora y Granadilla. Los proyectos ya se encuentran elaborados, estarán en enero en exposición pública por si alguien quiere presentar alegaciones, y deberían estar licitándose en siete meses para adjudicar las obras a finales de este año. Si a eso se le suma la ampliación de la depuradora de Santa Cruz, que permitirá depurar al 100%, se aumenta el 15% la capacidad de la tubería que va hacia el sur. Yo el futuro lo veo en el agua regenerada, es decir, agua negra depurada y reutilizada, no en otro tipo de infraestructuras. Una cosa muy importante es que hay que rescatar las comunidades de agua que están abandonadas. El sector agrícola debe volver a reactivar ese tipo de instalaciones que no tienen presidente, no celebran juntas, no se limpian, y a los herederos no les preocupa. Por poco que sea, se deben mejorar esas galerías, ya que seguramente unas pipas más de agua aportarán al sistema. De las 1.056 galerías, solo tienen agua 476 y muchas son un charquito. El resto están secas”.

-¿No es conveniente construir infraestructuras más pequeñas que no den tanto olor?
“Es un debate que se está planteando. En función del territorio que se quiera ocupar y de la calidad de agua que se quiera dar, tenemos que utilizar una tecnología u otra. Siempre ha estado el problema de los olores y con la tecnología se ha logrado aislarlos, como en Valle de Guerra, o en la zona del intercambiador de Santa Cruz, donde hay una estación de bombeo. Después está la calidad del agua. Para poblaciones pequeñas y núcleos aislados, depuración natural, pero tiene el inconveniente de la regeneración, porque depende mucho de las condiciones climáticas. No se le puede decir a un agricultor que un día se le da un agua con una conductividad y otro día con otra. Eso se controla con tecnología MBR, que está demostrado que funciona y se puede garantizar una cantidad y una calidad”.

Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero
Manuel Martínez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife | Foto: Fran Pallero

-¿Se sabe cuántos pozos negros hay en la isla?
“No, porque no sabemos cuántas viviendas ilegales hay construidas. El desarrollo urbanístico produjo la autoconstrucción y en cada vivienda tiene que haber un pozo negro. Nosotros les hemos pedido a los ayuntamientos un censo. Sabemos en cada calle si hay o no saneamiento, y si no lo hay, evidentemente hay un pozo negro. El tema de las depuradoras está resuelto y planificado, pero el gran reto es la red de alcantarillado y eliminar los pozos negros. También hay que tener en cuenta la excesiva burocracia a la que se enfrenta el ciudadano para conectarse a la red y que se tiene que simplificar entre todas las administraciones. Debemos ayudarles a través de subvenciones o con la exención de determinados impuestos, como el de construcción, a que incorporen más aguas negras a la red”.

-¿Las sanciones de Europa han hecho saltar las alarmas en cuanto a los incumplimientos en materia de saneamiento?
“Yo los llamo los hombres de verde. La directiva de la UE es de las que más exige cumplimiento, que no le damos importancia y que puede afectar en global a cualquier sector. El no tener aprobados los planes hidrológicos limita muchas cuestiones. Ahora mismo somos la única comunidad autónoma de España que no tiene aprobado el segundo ciclo del plan hidrológico, que debería haber estado en 2015. Y desde el Gobierno de Canarias nos han comunicado que quedan bloqueados todos los fondos europeos. Si en septiembre de 2018 los siete planes no están aprobados, todos los fondos de la UE en materia de agua al Reino de España para Canarias podrán perderse. Políticamente, hay que poner este problema en la mesa”.

-¿En qué municipios es más acuciante?
“En la zona norte, en Icod de los Vinos y en la comarca de Acentejo. A mí me preocupa más el problema de vertido al subsuelo que al mar, porque a este último le veo solución a corto plazo si todas las administraciones nos esforzamos y se construyen las depuradoras necesarias. Pero queda mucha tarea por hacer en las venas de los municipios para que fluya la sangre de las aguas negras”.

-¿El Cabildo no sancionará a los ayuntamientos que recibieron dinero para el Plan de Cooperación y no cumplieron?
“El Cabildo tiene que ayudar a los ayuntamientos, porque muchas veces los recursos que tienen, no solo económicos, sino técnicos, no son suficientes. Por eso es importante que tengan un documento para que sepan por dónde tienen que ir. Después serán ellos los responsables o no de cumplirlos. Yo creo que los pozos negros y los vertidos al subsuelo hay que eliminarlos y económicamente es posible. Afortunadamente, gracias a las cianobacterias, se ha puesto a la sociedad ante este problema que hasta ahora no había afrontado”.

-¿La crisis de las microalgas han despertado una mayor conciencia social en este sentido?
“Socialmente sí, políticamente, se trabaja desde el minuto uno. Una vez que se comprobó que las cianobacterias no tienen nada que ver con los vertidos, hemos avanzado, pero estos se siguen tirando al mar, no se eliminan de la noche a la mañana. Hay que ir en la línea de aprovechar esa agua”.

-¿Y Tenerife va en el camino correcto?
“Sí, pero a presión, y no siempre tenemos que esperar a que alguien nos dé el palo y la zanahoria. Hoy en día la sociedad exige que los políticos trabajemos en estos temas porque es el futuro de nuestros hijos. Son políticas que no son inmediatas, quizás hoy yo estoy recogiendo los frutos de la planificación de anteriores compañeros. Todos nos debemos unir, sin partidismos, para buscar la mejor solución, saber cuántos recursos hacen falta, y cómo se van a financiar. Desde Tenerife podemos hacerlo, las demás islas, no sé”.

-Usted fue el primero en proponer que se implante un canon del agua. ¿Cómo lo haría?
“Somos la única comunidad autónoma costera que no tiene un canon del agua, un impuesto específico que a mi juicio debe tener carácter finalista, es decir, debe servir para hacer las infraestructuras necesarias y no entrar en la caja de la Administración y utilizarse para todo. Hay que buscar alguna fuente de financiación, porque además lo exige la Unión Europea”.

-¿Por qué hasta ahora en la Isla no se ha hecho lo suficiente en saneamiento?
“Más que voluntad política, hace falta más voluntad social, la ciudadanía debe ver que es un problema, debe demandar a los políticos que lo resuelvan y que en cada ayuntamiento haya dinero para la red. Y eso hasta ahora no lo ha exigido”.

-Los políticos tampoco han hecho su tarea. No han priorizado este tipo de obras, quizás porque son molestas y con escaso rédito electoral…
“La mayoría de los municipios de la Isla no cobran tasa de alcantarillado y depuración, a excepción del área metropolitana. En los municipios pequeños ni siquiera se presta el servicio. La ciudadanía tiene que ver que igual que paga por el rodaje del coche, también tiene que hacerlo por el alcantarillado, porque al final está protegiendo el acuífero de donde bebemos todos nosotros. Y, a futuro, estamos vertiendo unas aguas que en un momento pueden ocasionar un problema”.

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