entrevista rosa hernÁndez

“Trato de hacer una obra lo más sincera posible de acuerdo con mis propias emociones”

Entrevista con la escultora Rosa Hernández

He quedado en una cafetería de La Laguna con Rosa, a la que conozco desde hace muchos años, y desde entonces siempre he admirado su obra, sus excelentes y enigmáticas esculturas y también pinturas que cuentan un acontecimiento acaecido, una historia o un sentimiento. Ella es una mujer alta de ojos penetrantes, sonrisa sincera y ademanes enérgicos; cuando habla se expresa con las manos y acentúa la pasión que siente por el arte. Empecé por preguntarle por el principio…

-¿Donde naciste? ¿Cómo fue tu vida de niña? ¿Tenías familia relacionada con el arte?¿Cuándo nace en ti la vocación por las artes plásticas?“Nací en Venezuela, en la ciudad de Valencia, porque mis padres habían emigrado allá unos años antes y regresaron a Tenerife con mi hermano de pocos años y conmigo de meses, de modo que puede decirse que he pasado toda mi vida en la Isla. Durante mi infancia y juventud primero viví en el barrio de La Salud y más tarde en el de El Cardonal; es decir, que procedo de dos barrios muy populares. Mi infancia fue rodeada de mis hermanos, era una niña a la que mi madre me llamaba artista, porque cantaba y pintaba, de pequeña siempre me recuerdo pintando alguna cosa. Aunque no sabría determinar cuándo surgió mi vocación artística y no cuento con ningún antecedente familiar. Debió surgir por generación espontánea, pues me siento más a gusto con las imágenes que con las palabras”.

¿Por qué la escultura por encima de la pintura?
“Es cierto que por diferentes motivos se me conoce más como escultora que como pintora, pero, a nivel de expresión personal, nunca he podido dar prioridad a la escultura sobre la pintura, de hecho en mi trabajo siempre las he combinado y se puede ver en toda mi trayectoria a través de mis diferentes exposiciones individuales”.

Haciendo un repaso de la obra: desde 1992, con Olor de Arpillera (Sala Conca), luego en el 2011 serían expuestas en el Círculo de Bellas Artes. Es una obra enigmática de siete figuras, unas momias con rostros de ojos rasgados. Después vendría La Pasión 1995 (figuras de músicos que tocan o figuras tristes). En 1996 fueron Tres Tristes Cabezas, Natura Canaria y Sobre los límites (impresionantes figuras humanas que se agarran a un cuadrilátero; Rosa me explica que es sobre el drama de los emigrantes, cuya llegada en esa época fue masiva en las costas de Canarias). En 1998 llevó a cabo Picasso Fin de Siglo. Luego, en 1999-2000, La Evolución de Las Especies, Eva… Odisea 2000. En 2001, Hespérides. El interior del Jardín. En 2004 realizó dos exposiciones, Olimpic@s, e Imperio (impresionante cantidad de figuras de hombres brazos en alto, que, según me explica, le surgió por la guerra de Irak, y con ello muestra el compromiso del arte con la sociedad). En 2006, Figuras Femeninas al Natural (utilizando modelos al natural con tela y luego escayola). Hablando de esta época, recuerdo una escultura a tamaño natural de una niña sentada en un columpio, que a mí particularmente me impresionó; le digo que para mí tiene una fuerza expresiva que hace que sienta que la niña que apenas se balancea está pensativa, y le pregunto:

-¿Eso fue lo que querías transmitir?
“Mira, tengo bastante obra dedicada al mundo infantil, como jugando con la pelota… Y esa niña del columpio es un reflejo de lo que pienso, que los niños saben y pasan más de lo que nosotros los adultos creemos, sus emociones y sentimientos son más complejos”.

También en 2004 pinta una interesante obra titulada Arborescente Paisaje, de gran formato. En 2006, realiza una exposición en el Castillo San Felipe del Puerto de la Cruz, titulada En Nombre Propio, en donde una de las figuras es una mujer recubierta de hilos de lanas de colores. Luego, en 2007, una obra muy colorista de pintura y escultura sobre las mujeres de África, que expuso en la Casa de Canarias en Madrid. Le siguen, en 2008, Las Otras y Visión de Género. En 2009, Las Meninas, obra de pintura y escultura, en la que pudiera decirse que homenajeaba a Velázquez a través de su famoso cuadro. Y en el año 2011 realiza el busto de Telesforo Bravo, que se encuentra en el Centro de Visitantes del mismo nombre del Parque Nacional del Teide. Además, Entre Bastidoras (2013-2014) y Ars Feminae en 2016. Hace unos días he visto el anuncio del Segundo Simposio Canario de Minificción, de relatos cortos, mini obras dramáticas, spots, etcétera, que se realizó días atrás en la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Laguna; he visto la foto de una escultura; una figura sentada con la cabeza inclinada, y creo que es suya, por eso le pregunto:

-¿Es tuya la reproducción que aparece en el cartel anunciador del II Simposio de Minificción?
“Sí, es de una obra mía que gustosamente he cedido para su reproducción fotográfica a los organizadores del evento. Pertenece a una serie de nueve pequeñas estatuillas de bronce”.
Le comento que me he llevado una sorpresa al leer en Internet que fue reina del Carnaval en los años 70. Y ha venido a mí la imagen de una mañana de domingo en la plaza del Príncipe. Yo vivía muy cerca y asistía al concierto que siempre ofrece la agrupación lírica Los Fregolinos, al que la reina siempre acudía. He revivido mis recuerdos de niña y aquella admiración que sentí por aquella chica tan bella que vestía el magnífico traje de una brillante ruleta del horóscopo. Las casualidades de la vida hacen que hoy te entreviste y hasta ahora no lo he sabido, y eso que expusiste conmigo, en la experiencia que tuve como galerista con la Galería de Arte Canarias Siglo XXI, hace ya muchos años y que entonces te admiraba como pintora de aquellos maravillosos cuadros, el del retrato del músico y del árbol de la serie Arborescencias, pero sobre todo como una gran escultora; con una fácil identificación de tus personalísimas esculturas. Y por eso me gustaría saber:

-¿Fue agradable aquella etapa como reina del Carnaval? ¿Influyó en la mujer y artista que luego serías? ¿El Museo del Carnaval, sabes algo de ello?
“El recuerdo que tengo de aquella época como reina del Carnaval me resulta muy lejano, pero a la vez muy entrañable, yo era muy joven y alguien reparó casualmente en mí en alguno de aquellos bailes de la época, y luego vino todo lo demás. No, no tengo ninguna influencia de aquella época. El Museo del Carnaval, hay una Casa del Carnaval, pero creo que debería ampliarse a un gran museo, sería más adecuado para una ciudad como Santa Cruz tan ligada al carnaval”.

-¿Tu obra se puede encuadrar en alguna corriente?, ¿expresionista tal vez?
“Trato de hacer una obra lo más sincera posible de acuerdo con mis propias emociones, y en ese sentido supongo que puede ser definida como expresionista, aunque en cualquier caso no me gustan demasiado las etiquetas, porque terminan por no hacer justicia al valor de la obra, la infravaloran o la sobrevaloran, según los casos”.

-¿En qué te basas para las distintas series de esculturas de diferentes etapas que has trabajado?
“Cada una de mis series obedece a un momento expresivo determinado por alguna circunstancia concreta de la realidad Por poner un ejemplo, mi serie Imperio, de 2004, estuvo determinada por el inicio de la guerra de Irak y todo lo que ello significó a partir de entonces. Me gusta que el que la vea saque sus conclusiones de lo que la obra le sugiera. También pretendo que la gente interactúe con la obra que coloco en la calle”.

-¿Cuál es la que más tiempo o más esfuerzo te costó elaborar?
“El tiempo y el esfuerzo depende de la obra que esté creando, de desarrollar la idea, de las dimensiones de las piezas… Puedo tardar desde tres meses a tres años, yo suelo trabajar varias piezas al mismo tiempo. Cuando empiezo una obra es una idea que me surge de la realidad cotidiana, de las historias de un libro que estoy leyendo, o algo que veo y me pongo a trabajar, o me nace de un sentimiento dramático o más lúdico. Me implico en las cosas que pasan”.

-¿Por qué casi todas tus exposiciones han sido en la Isla? ¿Es difícil exponer fuera? ¿Hay ayudas significativas, para trasladar la obra?
“Es evidente la tremenda dificultad que ha supuesto siempre exponer fuera de la Isla, prueba de ello es que muchos artistas históricamente han optado por trasladarse fuera. Puedo citar a Millares o a Óscar Domínguez, pero ¿cuántos otros menos conocidos no lo han intentado o lo siguen intentando?¿Vale más una obra por haber sido realizada fuera? Opiniones aparte, yo creo que hoy día, con los medios de reproducción digital de imágenes, el traslado físico de la obra ha dejado de ser tan decisivo y las posibilidades de dar a conocer la obra son mayores. Aunque claro que me encantaría salir más fuera, para que me vea mucha gente, con una buena exposición para que se conozca mi obra”.

-¿De que material están hechas tus esculturas? Cuéntame el proceso hasta que está terminada una figura.
“Primero, dibujo en papel hasta tener las ideas claras; luego, para ejecutar la obra escultórica, utilizo diferentes técnicas según el caso; puede ser el hierro, donde trabajo unas estructuras o de tela metálica que sustentaran la figura; también en resina, o en bronce, que es el material que durará inalterable en el tiempo. En este caso empiezo modelando en barro, que luego se vacía, también he trabajado con modelos al natural envolviéndolas en tela y luego escayola. En mi web incluyo todo el proceso creativo de una escultura”.

-Siendo Santa Cruz una ciudad que quiere y necesita abrirse al turismo, y paseando por sus calles y viendo las pocas plazas públicas, con jardines, fuentes y esculturas que tiene. Y sabiendo las grandes esculturas o conjuntos escultóricos que has realizado. Te pregunto… ¿tú estarías dispuesta a hacer un conjunto monumental que represente a la gente de a pie de esta capital? ¿Has participado en algún concurso en Santa Cruz? ¿Te han propuesto algo parecido?
“¡Claro que me gustaría hacer una obra así!, y que la gente normal, sin tipismo costumbrista, estuviera reflejada con realismo en un gran conjunto escultórico. Pero la obra pública depende, lógicamente, de las instituciones, ayuntamientos, cabildos, etcétera. Yo nunca me he prodigado en presentar proyectos a dichas instituciones, pero estas deberían ser muy cuidadosas a la hora de instalar obras en el espacio público, obras que van a quedar ahí para siempre. No puede tratarse de cualquier obra de cualquier artista o pretendido artista…”.

-¿Qué opinión te merece lo que ocurrió en la exposición de TEA de Pintura y Poesía, La Tradición Canaria del Siglo XX, donde de casi 40 artistas solo hubiera tres mujeres?
“Con respecto a la polémica actual y la misoginia en el arte canario, ya tuve ocasión de dar mi opinión hace cerca de 10 años en una entrevista y no creo que deba insistir en ello… En esta ocasión, por fin se ha denunciado el hecho. Actualmente las mujeres artistas podemos dedicarnos a la profesión, hay que rechazar el victimismo y procurarnos las condiciones laborales más favorables, aunque tengamos que luchar para ello”.

-¿Es difícil ser creadora de artes plásticas, madre y esposa? ¿De toda tu obra artística, de cuál te sientes más orgullosa?
“No siento que lo haya tenido más difícil que si hubiera desempeñado otra profesión. Mi marido siempre ha estado apoyándome como compañero de vida y padre de mis hijos. Particularmente, me siento muy orgullosa y agradecida de un conjunto de grandes y pequeñas dimensiones que realice para la iglesia de San Juan Evangelista del barrio de La Cuesta Piedra, el Cristo y el Vía Crucis me los encargó el Obispado. El Cristo, de cinco metros, tiene una inclinación en diagonal acomodándose al techo. Luego ocurrió que los vecinos se pusieron en contacto conmigo para que terminase todo lo que faltaba, proponiéndome pagarme con las colectas que iban haciendo, según lo iba terminando. Me conmovió mucho, así que les hice las sillas para el altar, el atril, el confesionario, la pila bautismal (en piedra chasnera), la Virgen y San Juan Evangelista y un Cristo Resucitado. El estilo de toda esta obra es la de un realismo más expresionista. Después de esta iglesia me contrataron para hacer un Cristo y una Virgen para una iglesia en Tafira, en Las Palmas de Gran Canaria, y años más tarde hice otro Cristo y un Vía Crucis para la iglesia del Acantilado de Los Gigantes.

-¿Se puede vivir de la escultura?
“Vivir de la propia obra de arte es una opción difícil, pero no imposible. Ahora bien, para que sea auténtica hay que saber renunciar a muchas comodidades y darle toda nuestra dedicación y tiempo, no compaginándola con otras actividades como la docencia. Porque si no lo tomamos en serio, no haremos bien ni una cosa ni la otra”.

-¿Actualmente estas trabajando en algo nuevo?
“Tengo un proyecto interesante con tres instalaciones diferentes, jugando con la intimidad de la persona. Pero no adelanto más…”.

-¿Que le dirías a los jóvenes artistas que quieren abrirse camino en el mundo de la escultura?
“No sé si la gente joven en general estará por esta labor, pero seguro que hay jóvenes con talento que estén dispuestos a anteponer el valor de su obra a su comodidad personal. Yo les animo a continuar en ese empeño y a no desfallecer en los contratiempos”.

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