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Investigan una violación grupal de varios militares a una compañera de cuartel

Según la denuncia presentada, la militar amaneció con un fuerte dolor de cabeza, dio positivo en barbitúricos y presentaba diversas lesiones y dolores en el cuerpo. Además, se ha encontrado semen en su ropa
Cuartel de Bobadilla. / EE
Cuartel de Bobadilla. / EE
Cuartel de Bobadilla. / EE

Un soldado del cuartel aéreo de Antequera, en Málaga, fue detenido el pasado mes de diciembre y ahora se encuentra en libertad con cargos tras ser denunciado por abusos sexuales a una compañera militar, quien posteriormente dijo haber sufrido una violación grupal en el mismo acuartelamiento.

Fuentes policiales han informado este viernes a Efe de que el arresto se produjo en diciembre tras la denuncia sobre la supuesta agresión sexual formulada tres meses antes y que el soldado prestó declaración ante la Policía Nacional sin pasar a disposición judicial, aunque se puso en conocimiento del juez.

Respecto a la supuesta violación grupal que ha trascendido este jueves, no se han practicado detenciones por el momento y la investigación continúa abierta. Según informa el diario SUR de Málaga, la denunciante no presentó antes los hechos ante la Policía porque se sentía avengonzada.

Fuentes judiciales han asegurado a Efe que el juzgado de instrucción número 2 de Antequera que recibió el caso no ha tomado declaración al soldado y que el Juzgado Togado Militar de Sevilla le ha pedido que se inhiba en la causa, lo que está pendiente de resolverse y ya se ha dado traslado a la Fiscalía.

Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 1 de Antequera se ha hecho cargo de la denuncia sobre la violación grupal presentada en diciembre ante el Cuerpo Nacional de Policía, una denuncia que se ha ido ampliando en varias ocasiones conforme la denunciante recuerda más detalles de lo ocurrido.

La Policía encontró restos de semen en las medias y el pantalón del pijama de la soldado que denunció la violación grupal, según aseguró a Efe su abogado, Javier Rincón, que cree “más que probable” que se dé “pronto con los responsables”.

Relato de los hechos

Según la militar, durante la celebración del Día de la Patrona del Ejército del Aire, fue drogada y violada por sus compañeros en el cuartel de Bobadilla, situado en Antequera, después de haber tomado en un pub una cerveza en la que “notó un sabor extraño”.

La soldado cuenta que se despertó en el cuartel al día siguiente con las medias bajadas, fuerte dolor de cabeza, un hematoma y molestias en el pecho e importantes lagunas en el recuerdo de lo sucedido el resto de la noche.

El examen ginecológico de la militar, de 35 años, se produjo, según explicó ella misma a su abogado, varios días después de la presunta agresión sexual. Fuentes de prensa del Ministerio de Defensa no han confirmado ni desmentido esta información.

El abogado de la soldado, ha explicado a EL ESPAÑOL que, a su juicio, “falló el protocolo de víctimas de agresiones sexuales en el Ejército”. “Se le debió hacer dicho examen el mismo día en que trasladó a varios superiores la posible violación y el hecho de que había dado positivo en barbitúricos en un test de drogas. Pero ella mantiene que se produjo [el análisis ginecológico] varios días después, es decir, tarde”.

Este hecho supone que el abogado de la soldado agredida sexualmente no haya podido presentar ante el juez ningún parte médico de lesiones, pese a que al día siguiente de su violación, el 11 de diciembre de 2017, ella notaba doloridos sus genitales, el labio superior de la boca y el costado izquierdo, a la altura del pecho. “Suerte que la Policía Nacional ha acreditado en un informe la existencia de semen en el pijama y en las medias de la chica”, explica Rincón.

Dichos restos biológicos se encuentran ya en Sevilla, donde se están analizando. La prueba será fundamental para, en caso de imputaciones, saber a quién o quiénes pertenecen. La militar se encuentra de baja psicológica tras presentar la denuncia el 12 de diciembre del año pasado.

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