Escombros, basura de todo tipo, electrodomésticos o incluso algún vehículo abandonado. Puede que incluso se estén vertiendo aguas fecales en la zona sin ningún tipo de control. Todo esto se puede encontrar a las puertas del punto limpio de San Andrés, que se ubica junto a la antigua cantera de Jagua, en Cueva Bermeja, en Santa Cruz, un lugar que se ha convertido en una suerte de vertedero ilegal en el que los más incívicos aprovechan para dejar todo tipo de deshechos. Ayer, el Ayuntamiento de Santa Cruz confirmó a DIARIO DE AVISOS que se habían enviada inspectores, tanto de Medio Ambiente como de Servicios Públicos a la zona para inspeccionar el lugar y verificar el estado en el que se encuentra. No es la primera vez que se denuncia la situación de este espacio. En 2013 se produjo un vertido de pescado podrido y en 2014 denunció ante la Agencia de Protección del Medio Ambiente y la Naturaleza (Apmun) del Gobierno de Canarias.
Además de la basura, lo que más llama la atención es la gran presencia de escombros, la mayoría en la carretera que lleva hasta el citado punto limpio. Apuntan los vecinos de Cueva Bermeja que esta situación puede que incluso la esté generando el propio punto limpio. “En este espacio se pueden entregar hasta un cierto número de sacos de escombros y después ya no se admiten más”, explican desde la comisión vecinal Habla. Juntos por San Andrés. “Parece que la gente a la que no dejan tirar todos los escombros que traen vuelven por la noche y los abandonan en cualquier sitio”. Es tal la situación de impunidad que, ayer mismo, mientras se hacían las fotografías de este reportaje, a plena luz del día, un camión llegó a las inmediaciones y vertió el contenido de la cuba que llevaba. Desde el Ayuntamiento se trató de averiguar si ese vertido era de agua sin más o se trataba de aguas negras, lo que está totalmente prohibido ya que, tal y como explicó el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, “este tipo de vertidos debe ser llevado a la depuradora donde tienen que quedar registrado”. La otra posibilidad, que se trate de aguas sucias, sí que es cierto, admitió el edil, no está sujeta a reglamentación alguna.
Ya por la tarde, Arteaga confirmó que no se pudo constatar que las aguas fueran de origen fecal. Lo que sí constataron los inspectores es el flagrante incumplimiento de la ley con el abandono de escombros. “Los inspectores comprobaron el gran número de escombros abandonados en la carretera que va al punto limpio. Ya hemos dado parte a la Policía Local que es la que debe actuar ya que es una grave infracción de la ordenanza de limpieza y nosotros nos encagaremos de la recogida”, detalló el edil de Servicios Públicos. Según Arteaga, “se trata de localizar a las empresas que hacen estos vertidos y sancionarlas”.
Apuntó el edil delegado de Servicios Públicos que es probable que estas empresas abandonen los escombros por fuera del punto limpio para ahorrarse las tasas que han de pagar por reciclar adecuadamente los residuos que generan.
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