En el partido de prebenjamines que se jugó en el campo de Las Chumberas, entre los equipos del Juventud Laguna y el San Andrés, ha tenido lugar otro vergonzoso y detestable caso de violencia. Esta vez, provocado por la agresiva actitud del padre de uno de los niños del equipo lagunero al entrenador del mismo.
A tan solo diez minutos para finalizar el encuentro, el hombre pedía al técnico que metiera en el campo a su hijo. Pese a que este le rogó moderación, el padre terminó agrediendo físicamente al entrenador ante la mirada atónita de los pequeños futbolistas.
Fue entonces cuando el árbitro puso fin al partido entre los sollozos de ambos equipos, incapaces de comprender la situación que acababan de presenciar.
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