buenavista del norte

La política deja paso a la ganadería

El exalcalde de Los Silos José Luis Méndez (CC) aprovecha en su granja los residuos de los porcinos para elaborar estiércol
El exalcalde silense explica el sistema para la elaboración de estiércol con purines de cochinos. Andrés Gutiérrez

Fue albañil, constructor, dueño de una carnicería que todavía conserva y que ha ampliado a tres, alcalde, y concejal de la oposición, pese a que no tiene estudios académicos superiores de los que presumir más allá de la “universidad de la vida”, como él dice.

El exregidor de Los Silos José Luis Méndez (CC) estuvo al frente del Ayuntamiento en dos mandatos (1995-1999 y 1999-2003), doce años antes en la oposición y fundó en 1983, la Asamblea silense que acabó integrándose en ATI.

Pero todo eso ya es parte del pasado y ahora Méndez ha dejado completamente la vida política para dedicarse íntegramente a su granja, El Cardón, situada en Buenavista del Norte, la primera en Tenerife que aprovecha los residuos de los porcinos para la elaboración y tratamiento del estiércol. Y de eso sí presume sin problema y con mucho orgullo.

El paso de la política a la agricultura y la ganadería lo dio definitivamente en 2003 al perder ese año las elecciones. En ese momento decidió volver a su granja y a su platanera, que durante ocho años había prácticamente abandonado por el Consistorio. Contactó con un ingeniero que le indicó lo que debía hacer si quería aprovechar los purines de cochino para la elaboración y el tratamiento del estiércol. La receta era mezclarlos con materia orgánica y dejarlos fermentar, “como mínimo dos meses”, pero “si era durante un año, muchísimo mejor”, explica. Así lo hizo, y los resultados los pudo comprobar en sus propios terrenos.

Poco tiempo después tuvo la oportunidad de acudir a una feria en Zaragoza donde conoció a otro ingeniero de Granada en cuyo stand exponía un cartel que decía ‘aprovechamiento de purín líquido en riego’. Le contó que lo implementaba en su granja, donde tenía 3.000 reproductoras, y que más tarde él visitó. “Me puso todos los aparatos a funcionar y ví como regaba unas plantas que estaban preciosas”, cuenta Méndez. “Me convenció hasta tal punto que me redactó un proyecto en miniatura”, porque en Buenavista únicamente tiene unas 200 cerdas parideras.

El mismo consiste en dos balsas con separador de sólidos, filtros de arena, fosa de decantación y una unidad de control electrónica para la automatización y manejo del sistema. Los excrementos de los cochinos, tanto sólidos como líquidos, se canalizan en un foso, se forma un lodo y pasa a través de tuberías a unas balsas donde se hace el proceso al purin, que no es otro que agitarlo y oxigenarlo de forma automática las 24 horas del día cada dos horas, cuando la mayoría de los ganaderos lo tiran. “No hay ninguna química”, aclara.

Una vez que el purín está oxigenado pasa por unos filtros de arena y luego se deposita en una fosa de decantación.

Malos olores

La importancia de este proceso reside además, en que evita los malos olores que en general producen este tipo de instalaciones debido a que las bacterias de los purines están continuamente agitándose y oxigenándose. Además, se consigue que puedan ser utilizados en explotaciones agrícolas pese a que durante mucho tiempo se decía que el estiércol de cerdo no era adecuado para las plantas porque era “muy frío”. Luego se comprobó que si se deja el tiempo preciso para una fermentación adecuada, se consiguen muy buenos resultados.

En El Cardón, también se elabora el estiércol en una instalación en forma de rampa ideada por él mismo junto a las dos balsas de purines. El purín sólido que llega a través de tuberías se mezcla con el fango y materia orgánica, en concreto, plátanos muy maduros que ya no sirven para comercializar.

Para poner en marcha todas las instalaciones, José Luiz Méndez, solicitó un préstamo bancario que le permitió hacer la obra necesaria en los terrenos y comprar los aparatos necesarios.

Actualmente, no solo vende el purín sino el estiércol fermentado, “uno de los mejores”, según agricultores de la zona. Hasta el momento solo se ha aplicado en plataneras pero no descarta que se pueda emplear en otros cultivos. “Aunque de eso sabrán más los ingenieros”, matiza.

El año pasado adquirió la finca anexa a la suya, propiedad del Obispado de Tenerife, con perspectivas de ampliar el negocio. Tiene 16 empleados, dos de sus tres hijos trabajan con él y confía en que continúen con la empresa familiar.

José Luis Méndez propone que se aplique el mismo sistema que tiene en su granja a toda la Isla porque eso permitiría resolver muchos problemas, entre ellos, la canalización de los recursos forestales de los municipios que pagan por verter, y la recogida y posterior aprovechamiento de los purines. Porque su objetivo, aunque se haya alejado definitivamente de la política activa, “es seguir colaborando y ayudando”, asegura.

Un proyecto pionero con buenos resultados en las plataneras

José Luis Méndez ha sido requerido por la Universidad de La Laguna y el Cabildo de Tenerife para exponer su proyecto, pionero en Tenerife y cree que en Canarias, con buenos resultados en el cultivo de plataneras. Así, detalla que los logros pasaron de 28 a 45 kilos de media por racimo, consecuencia de combinar varias medidas. Por un lado, la introducción de purin líquido en los planes de abonado a través del riego por goteo. Por otra parte, Méndez recomienda según su experiencia, abonar cada 15 meses con estiércol fermentado, poniendo a lo largo de todas las filas de plantas en un espesor de 5 a 8 centímetros por 1,20 metros de ancho.

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