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“La educación en el género no tiene efecto práctico en la lucha contra la violencia machista”

Entrevista a Jesús Alfaro Águila-Real, catedrático de derecho mercantil de la UAM y bloguero
Jesús Alfaro Águila-Real. / EP
Jesús Alfaro Águila-Real. / EP
Jesús Alfaro Águila-Real. / EP

Gracias a las Jornadas sobre Responsabilidad de los administradores sociales, organizadas por Parodi&Alonso Abogados en colaboración con la Universidad de La Laguna, visita Tenerife el catedrático de Derecho Mercantil más mediático de España gracias a su prolija actividad en redes sociales y, sobre todo, por su reconocido blog Almacén de Derecho, todo un referente para el sector que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un instrumento académico en muchas facultades de España, pero también de Hispanoamérica. Merece la pena saber qué piensa hoy de la Justicia Jesús Alfaro (Sidi Ifni, 1962).

-Se le echa de menos en Twitter, después de que cerrara la cuenta hace unas semanas tras tantos años de actividad.
“Uno tiende a tuitear cuando no debe y a ser demasiado bocazas. es una forma de protegerse también, de no decir cosas que no piensa, o que al menos no las diría así”.

-¿Por qué se adaptó tan rápido y con tanto éxito a las redes sociales? Su blog es un referente en el sector jurídico.
“Gracias. Estoy muy contento ahora con el blog Almacén de Derecho, tras animar a muchos compañeros a que escriban en el mismo. Entiendo que el Derecho es mucho más divertido, más atractivo intelectualmente de lo que la gente piensa. Hay un prejuicio de que no son importantes, salvo los temas de penal…”.

-Que tanto nos interesan a los periodistas…
“(Sonríe) Y ahora con lo de Cataluña también hay algo de interés sobre el Derecho Constitucional. Claro, yo soy de Derecho Privado. ¡Lo mío no sale en las portadas de los periódicos! En resumen, sí que pienso que, bien escrito y breve, la gente encontrará más interesante el Derecho de lo que se cree”.

-¿Cuántas visitas diarias tiene Almacén de Derecho?
“Unos 2.500 usuarios únicos de media al día. Me consta que los profesores lo usan en las facultades como material de apoyo. Además, también sé que nos leen muchos jueces y abogados, y la repercusión, tanto en España como América, es alta”.

-Hablaba antes de los riesgos de Twitter y de la espontaneidad. ¿El peligro radica en que hemos importado de América la moda de lo políticamente correcto?
“Así es. Estoy completamente de acuerdo. Ha sido de un tiempo a esta parte, sin duda”.

-Escribe Rafael Alcácer Guirao en el Almacén de Derecho sobre el delito de escarnio a los sentimientos religiosos. ¿Qué le parece su tesis sobre la victimización actual, ahora que parece que todo el mundo se ofende por cualquier cosa?
“Sentirse víctima exige que alguien te ofenda. Pero si sentirse víctima te coloca en un plano virtuoso, te da derecho a que te protejan, y en consecuencia a que se coarte la libertad de expresión de quien crees que te ofende. La clave radica en que todo el mundo es libre de sentirse víctima, y eso es peligroso, terrible para la discusión pública, como se ha visto en el caso La Manada. Mucha gente, queriendo opinar sobre el tema, se ha callado por miedo a que se les interpretase indebidamente”.

-¿Que los llamasen machistas?
“Exacto. Ahora la gente se corta mucho más, pero por otro lado las redes sociales te permiten que, mientras te estás tomando una copa, se te ocurra una barbaridad y automáticamente está publicado. Si alguien te tiene manía, te odia por cualquier cosa, puede utilizarlo para destruirte. Es muy malo para la discusión pública, y los de la political correctness están cada vez más envalentonados”.

-¿Qué le parece la política contra la violencia de género?
“Sin lugar a dudas, me parece bien. Partiendo de la base de que se debe hacer todo lo posible para luchar contra la violencia de género, somos probablemente el país del mundo con menos violencia contra las mujeres, así como uno de los países donde más se castiga la violencia contra la mujer. Me fastidia que haya un montón de gente que vive de eso, yo los llamo los canónicos de la violencia de género, que viven de eso y que pretenden que tomemos medidas acientíficas, no probadas científicamente, para luchar contra eso”.

-¿Me cita algún ejemplo?
“Todo esto de la perspectiva de género al dictar sentencias, o al aplicar el Derecho. A mí me parece que eso no es científico. Es más, los estudios disponibles dicen que eso de la educación en el género no tiene ningún efecto práctico significativo en la lucha contra la violencia de género”.

-¿No comparte las críticas a los dos jueces que condenaron a los inculpados en el caso La Manada?
“No comprendo cómo se les puede haber puesto como lo han hecho, sobre todo porque no sepan o no entiendan que en 1995 se reformó el Código Penal y se dispuso que el delito no se llamaba violación sino agresión o abuso sexual. Me parece terrible para la discusión pública todo esto”.

-¿Qué opina sobre los llamados delitos de odio, cada vez más en el candelero?
“Los penalistas llevan años explicando que los delitos de hablar solo deben castigarse cuando alguien pueda pensar que esa afirmación incita a la violencia y (enfatiza) puede provocar actos de violencia. Solo en ese caso”.

-¿No son muchos casos?
“Ojo con la literatura al respecto, que condenados son muy pocos. Pero la gente se queja de los jueces, cuando es el legislador el que reformó el Código Penal y suprimió la violación y el que aprueba los delitos de odio”.

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