Nepal es el cuarto país más pobre de la tierra, pero su pobreza es solo material, fruto de un sistema que poco a poco intenta aliviar sus propias injusticias en cuanto a los derechos de las personas se refiere, especialmente en el mundo de la mujer. En lo que respecta a nivel espiritual y moral, los nepalíes tienen mucha sabiduría y valores. En el mundo occidental, bajo un extremado capitalismo-consumismo, pensamos que por tener más dinero somos superiores. Nepal, y especialmente la ciudad de Katmandú, es un país que se viste de polvo y humo contaminante, de un tráfico desigual y de locura, con sabor a jengibre, olor a incienso, calor húmedo, especias, mercados, sonrisas y aprendizaje.
La ONG canaria Cooperación Internacional Dona Vida regresó recientemente de Nepal, donde realizó una expedición técnica y de valoración en las aldeas de Pindikhola y Kabilash. Ni que decir tiene que esta nueva experiencia en el país asiático resultó muy enriquecedora y positiva para la organización humanitaria que dirige Germán Domínguez Naranjo, quien formó el grupo de voluntarios junto a Ana Rojas, enfermera y quien suscribe.
Las distancias del viaje, las veces que el equipo tuvo que subirse en un avión, los múltiples controles y las dificultades de la orografía montañosa de Nepal motivaron en el equipo un poco de cansancio, superado con la ilusión de llevar a cabo el proyecto que Dona Vida tenía en su agenda. Entre 2 Culturas, Gofio Canario es la denominación de esta iniciativa, pensada especialmente para las aldeas más necesitadas, bien sea por los efectos de los monzones o por las secuelas que dejaron los terremotos del año 2015.
Así, en esta ocasión Cooperación Internacional Dona Vida llevó ayuda humanitaria a las aldeas rurales de Pindikhola y Kabilash en forma de gofio canario, con el propósito de enseñar a los aldeanos cómo elaborar esta harina nutritiva y concienciar e informar a la sociedad de las aldeas rurales sobre la importancia que puede entrañar este alimento para la mejora de la calidad de sus vidas. Es un proyecto que comienza muy lentamente, pero con la esperanza de que en un futuro no muy lejano pueda consolidarse definitivamente.
En la aldea de Pindikhola ya hay instalado un molino eléctrico entregado por Dona Vida, aunque todavía faltan algunos detalles de infraestructura por solventar. En concreto, hay que buscar un espacio adecuado donde ubicarlo para su funcionamiento.
Por otro lado, y en lo que respecta al ámbito sanitario, Cooperación Internacional Dona Vida realizó una importante labor en ambas aldeas rurales, especialmente a través de la enfermera Ana Rojas, quien atendió a más de 200 pacientes en Pindikhola con diversas y múltiples patologías y unos 100 en Kabilash. En este aspecto, hay que destacar la colaboración de los voluntarios, incluyendo la del guía y traductor nepalí Rajendra.
CONTACTO POLÍTICO
En otro orden de asuntos, el voluntariado de Dona Vida fue recibido en su residencia privada por el ministro de Comunicación e Información Tecnológica, Gokul Prasad Banskota. La reunión sirvió para que representantes del Gobierno de Nepal y la ONG canaria intercambiaran ideas centradas en llevar ayuda a las aldeas más necesitadas del país. Asimismo, Dona Vida hizo llegar al mandatario su preocupación por los derechos de la mujer, a lo que el ministro respondió que están “comenzando a trabajar en ello”.
Días después, y tras la celebración de una rueda de prensa en un céntrico hotel (Katmandú Suite Home), la prensa de Katmandú se hizo eco de la labor desarrollada por Cooperación Internacional Dona Vida en las aldeas rurales de Nepal, y destacó la promoción del gofio de Canarias, el proyecto de un centro de salud en Pindikhola y la presencia de un molino para elavorar el alimento canario.
En la aldea de Kabilash, los voluntarios de Dona Vida, junto con una mujer nepalí, hicieron pellas de gofio para repartirlas en las deterioradas aulas entre los niños más pobres y necesitados y, de paso, dar a conocer a los respectivos profesores la importancia de los valores nutricionales que tiene el gofio de Canarias.
Así acabó una nueva experiencia de Cooperación Internacional Dona Vida en Nepal llena de emociones, incertidumbres, improvisaciones y alegrías. Un viaje de larga distancia que sirvió para seguir creyendo y creciendo como personas y no olvidar que la otra cara del mundo, la de los pobres y desfavorecidos, también existe y necesita nuestra ayuda.