El capitán de mente inquieta

Fuera de las canchas, los jugadores del Canarias ocupan su tiempo libre con diferentes aficiones y ocupaciones. En el caso de Nico Richotti, primer protagonista, varios de estos hobbies lo han ayudado en los momentos más delicados de sus lesiones. El capitán inicia una serie en la que acercaremos a los integrantes del Iberostar.

Fotografía

Fue la afición que antes conocimos de Nico, amante de recorrer la Isla e inmortalizar sus paisajes. “Me gusta, sobre todo, editar las fotografías”, dice antes de desvelar que, antes de que cayera lesionado, había comenzado a llevarse la cámara de viaje con sus compañeros: “Aprovechaba y sacaba fotos a mis compañeros. Hice un post en Instagram con ello. Es algo lindo, porque es tu visión del mundo”. Cuestionado por su lugar favorito, responde con rapidez: “El Antelope Canyon y Horseshoe Bend, en Arizona, Estados Unidos, me impresionaron. En la Isla, donde más disfruto es subiendo al Teide”.

Byron

“En Argentina estaba acostumbrado a vivir con ellos. Siempre los adoptábamos, pero en Tenerife, el hecho de vivir en un piso, me echaba un poco para atrás”, reconoce antes de indicar que, un día, debido a su mujer, se decidió a adoptar a Byron, que es ahora “uno más” de la familia: “Fue en su cumpleaños, aunque, al final, es casi un regaló más para mí”. De él destaca la “lealtad y compañía” que siempre proporciona: “Con la lesión, he pasado mucho tiempo en casa. Siempre te anima cuando te ve. Son muy fieles. Nos encanta”:

Videojuegos

La última lesión sufrida, la que le ha hecho perderse el inicio de temporada, abrió la posibilidad al jugador de tener la mente ocupada con este entretenimiento: “Quería estar un poco alejado del básket. Coincidió con la salida del Fortnite, que es mi juego favorito. Es más, solo juego a ese, a ninguno de deportes”.

Mate

Como buen argentino, no puede faltar el mate, la infusión cuya preparación y consumo es casi un ritual en sí mismo: “Es una costumbre. Yo lo suelo tomar en casa, es también una cuestión de compartir la bebida, el momento, la conversación… Va mucho con nuestro carácter por ese sentimiento de compartir”. Entre risas, reconoce que gusta a “casi todos” los argentinos. “Al que no, no suele decirlo”, finaliza.