los realejos

Se busca lugar para recoger 384 toneladas de tapas

El joven que lucha para implantarse tres dedos biomecánicos pide un punto de recogida ya que el solar donde las juntaba fue vendido
Rafi espera que algún vecino le preste un espacio para sus tapas. Fran Pallero

Rafael Leopoldo Méndez Méndez, el joven de 20 años vecino de Los Realejos al que confundieron con un terrorista tras una explosión en su vivienda, necesita un lugar para poder guardar las tapas de plástico que está recogiendo para poder financiarse una prótesis con tres dedos biomecánicos que le permitan recuperar la movilidad en su mano derecha.

Hasta el momento, lo hacía en un terreno que le había cedido un empresario de la localidad en el polígono industrial La Gañanía, convirtiéndose en el principal punto de recogida.

Pero días atrás el solar fue vendido y el nuevo dueño avisó a la familia que tenían que desocuparlo en el plazo de un mes. Una noticia que tanto Rafi como su entorno recibieron con preocupación, ya que no disponen de un lugar donde poder juntar las 384 toneladas que necesitan para poder financiar la prótesis, o las 410 en caso de que quieran costearse mediante esta vía los gastos de traslado, estancia y comida durante la semana que tienen que permanecer en Escocia, país en el que están los profesionales que se la implantarán.

Rafael ha conseguido 12 sacos de 200 kilos cada uno. Y aunque todavía le falta mucho para poder alcanzar su objetivo, es una cantidad importante que no puede guardar en su domicilio y tampoco dispone de un lugar donde hacerlo.

Por eso apela a la solidaridad de sus vecinos o de cualquier otro ciudadano de la Isla que tenga un espacio que no utilice y se lo pueda prestar durante un tiempo mientras dura su lucha.

También se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento ya que en el municipio “hay muchos locales y solares desocupados” que podrían facilitarle mientras dure la recogida de tapas solidarias, pero todavía no ha recibido respuesta.

Rafi, como le dicen sus amigos, es consciente de que conseguir la cantidad de tapones requerida es un reto difícil pero no imposible y por eso no se detiene y sigue adelante, ya que la prótesis tiene un costo muy elevado que su familia no puede afrontar. La semana pasada participó del acto benéfico realizado en el parque etnográfico de Pinolere, en La Orotava, por el colectivo Docemesesunacausa y parte de la recaudación, 4.000 euros, se destinaron para él.

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