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Cuando Harry Potter nombró a las Islas Canarias

La saga de Harry Potter vuelve a ser noticias gracias a la proyección de todas las películas durante este mes de noviembre
Fotograma de una de las películas de la saga 'Harry Potter'. / EP
Escena de Harry Potter. / DA

La saga de Harry Potter vuelve a ser noticia gracias a la proyección de todas las películas que ha programado una cadena de televisión para este mes de noviembre. Este fin de semana tienen previsto transmitir la sexta entrega del filme, El misterio del príncipe, donde Canarias es protagonista.

No cabe duda de que Harry Potter ha marcado a toda una generación. Su entramado, su leyenda y sus personajes la han visto crecer, y ha inculcado en esos chicos férreos valores de amistad, lealtad y honestidad, amén de redescubrirles a última hora a un personaje tan fascinante como Severus Snape para demostrar las complejidades del ser humano. No todo es blanco o negro, y J. K. Rowling lo sabe. El primer libro salió al mercado apenas con 500 copias y hoy es la saga literaria de mayor éxito con 450 millones de libros vendidos en 79 idiomas.

Entre tantas páginas, la autora británica coló el nombre de las Islas Canarias en una de las escenas de su sexto libro y película, El misterio del príncipe, que se publicó en 2005, y cuya versión cinematográfica llegó a la gran pantalla en 2009. En este capítulo, Potter y Dumbledore entran en la casa de unos muggles (palabra que J.K. Rowling usa para nombrar a la gente que no hace magia), buscando al profesor Horace Slughorn, que se encontraba escondido en la vivienda porque los propietarios estaban “de vacaciones en las Islas Canarias”.

La anécdota ha ilusionado a todos los isleños durante años, especialmente a los componentes de la asociación Club Potter Canarias, creada en 2012 en Las Palmas y que aglutinaba a más de 60 socios el año pasado. El grancanario Adrián del Pino es uno de ellos. “De 2012, cuando se crea el club, hasta 2017, han pasado por aquí más de 200 personas”, agregó en una entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS cuando se cumplió el 20 aniversario de la saga.

Los componentes, con edades comprendidas entre los 14 y los 30 años, realizan quedadas. En ellas aprovechan para dar clases sobre criaturas fantásticas o sobre pociones, sobre cómo hacer una varita o cómo decir correctamente un encantamiento; también organizan juegos de rol y fiestas temáticas, siempre caracterizados con atuendos de los personajes. “Todo lo hacemos de forma artesanal, con nuestras propias manos”, apuntó.

Para Del Pino, “en el universo de J.K. Rowling cada personaje tiene su mundo. Por eso, siempre tiene algo nuevo que contar, algo que nos termina enganchando a todos”, concluye. Y es que, la Pottermanía sigue tan viva hoy como hace 21 años.

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