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Domingo deja su coche para dormir en un piso

Nayra, una colaboradora de Gente Solidaria de Candelaria, y la concejala de Servicios Sociales, Olivia Pérez, convencen al anciano para que desista de seguir en la calle
Domingo, desayunando tras aceptar abandonar su coche para irse a un piso cerca del Ayuntamiento. | DA

Domingo Méndez, un anciano de 87 años, reside desde la noche del martes en un piso cercano al Ayuntamiento de Candelaria desde donde puede ver el mar, después de 28 días durmiendo dentro de una furgoneta Seat enfrente del Centro de Mayores Antón Guanche, donde comía y se aseaba.

Domingo nunca estuvo abandonado, como maliciosamente se ha comentado en cientos de comentarios surgidos en Facebook. Siempre recibió la visita de técnicos de Servicios Sociales y estuvo vigilado por la Policía y Guardia Civil, como reconocía Teresa Bernal, profesora de la escuela de hostelería del IES Punta Larga que realiza cada día desayunos saludables y almuerzos para los mayores el centro Antón Guanche, justo en la piscina natural de Candelaria.

“Es un señor que está muy bien de la cabeza, que no molesta a nadie y que lo único que quiere es alquilar un piso con vistas al mar, en donde lo tenga todo a mano”, señaló Bernal que relató que “Domingo siempre comentaba que no quería ir a un centro de mayores, porque no tiene ninguna discapacidad”, algo que pretenden sus dos hijos y a lo que él se niega.
Domingo Méndez, natural de Arafo, un auténtico manitas cuando trabajó la carpintería y la construcción, ha vivido en Güímar, en El Sobradillo y en Las Cuevecitas, y cuando Servicios Sociales de Candelaria le ofertó dos viviendas en Araya, declinó la oferta porque quería estar “mirando al mar” y “cerca de la gente con la que poder hablar”.

Domingo pasó un reconocimiento médico y solo mostró dañado uno de sus pies. | DA

Teresa Bernal también salió en defensa del Ayuntamiento: “es indignante los comentarios que he leído, porque desde el primer día, Servicios Sociales siempre ha estado atento a Domingo y por aquí han venido la concejala Olivia Pérez, pero él no quería moverse de su coche”.
Aunque pareciera que Domingo aparcó el coche a conciencia cerca de un recurso alimenticio como el centro de mayores Antón Guanche, lo cierto es que fue una casualidad, porque se le averió allí y ya lo dejó aparcado. No rompió una ventana trasera para que le entrara aire, sino porque ese día perdió las llaves.

Durante 28 días el anciano vivió en esta furgoneta aparcada frente a la piscina municipal / NORCHI

El anciano, que dice disponer de una buena jubilación, afirma que “la escondo bajo tierra, porque no creo en los bancos ni quiero que mis cinco hijos me metan en un centro, yo no soy ningún arretranco”, como se demostró en el reconocimiento médico al que se prestó ayer mismo, guiado por Antonio Ordóñez, de Gente Solidaria de Candelaria, quien además le compró unas zapatillas para sus delicados pies.

Tras la publicación de la historia en DIARIO DE AVISOS aumentaron las muestra de solidaridad hacia Domingo y fue Nayra, colaboradora de Gente Solidaria de Candelaria, la que finalmente le convenció para, mientras se le busca un recurso alojativo en Candelaria, resida dos semanas en una vivienda cercana al consistorio, donde recibirá la atención debida.

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