Luz verde para el hotel de La Tejita

Tres plantas, con un máximo de 10,4 metros de altura, 342 habitaciones, 883 camas y una superficie edificable de 26.758 metros cuadrados. Esas serán las principales características de La Tejita Luxury Beach Resort, el hotel con categoría de cinco estrellas que construirá el grupo gallego Viqueira, tras obtener, tal como adelantó el pasado sábado DIARIO DE AVISOS, todos los informes favorables para comenzar las obras en la zona de Sotavento, junto a La Tejita, una de las playas más cotizadas del sur de Tenerife, en la costa de Granadilla de Abona.

El establecimiento cuenta con la autorización del proyecto por parte del Cabildo, concedido el 27 de abril de 2016; el visto bueno del Gobierno de Canarias para la ejecución del mismo, otorgado el 3 de junio de 2016; la licencia municipal del proyecto básico, entregada el 8 de septiembre de 2017, y, por último, la aprobación, el viernes pasado, de la junta de gobierno del Ayuntamiento de Granadilla. El complejo hotelero se levantará en un extremo de la playa, concretamente en las parcelas C y D del sector de Costa Bella, calificadas como suelo urbano consolidado. El Plan General de Ordenación, aprobado en 2005, ya establecía que ese terreno se destinaría a uso turístico-hotelero. El proyecto de compensación aprobado en 2009 por el Gobierno municipal establece que la empresa cederá el uso de 7.465 metros cuadrados para disfrute público. Ese suelo no podrá ocuparse con instalaciones o construcción alguna. El presupuesto de la construcción supera los 18,5 millones de euros.

La nueva infraestructura, que generará más de 200 empleos directos, supondrá un importante salto cuantitativo en la oferta de plazas hoteleras en el municipio sureño, al pasar de las actuales 1.931 camas a 2.814.

oposición ecologista

La polémica ha rodeado a este proyecto desde que se conocieron las primeras informaciones. A finales de enero de 2016 se constituyó la Plataforma Salvar La Tejita, integrada por colectivos sociales y partidos políticos, que se opone rotundamente a la construcción del complejo hotelero en primera línea de playa, al considerar que causaría un daño medioambiental irreparable. El colectivo ha protagonizado diferentes movilizaciones a lo largo de este tiempo.