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Solo los recuerdos mantienen en pie al antiguo Balneario de Santa Cruz

Miles de chicharreros disfrutaron durante años del que fuera el único punto de baño de Santa Cruz, un lugar añorado que ahora espera por las Administraciones para recuperar parte de lo que fue
BALNEARIO SANTA CRUZ TENERIFE
BALNEARIO SANTA CRUZ TENERIFE
Cómo era el Balneario de Santa Cruz en su mejor momento. / DA

Pocas cosas en Santa Cruz generan tanta añoranza y buenos recuerdos como el antiguo Balneario, cuyas obras se iniciaron hace 90 años y fueron cerradas al público a comienzos de los 90. Basta con entrar en Internet y teclear el nombre de este inmueble, milagrosamente aún en pie a pesar del abandono al que está sometido, para que afloren miles de fotografías en las que se estampan recuerdos felices. Imágenes que van acompañadas de comentarios tales como: “Fue lo mejor de mi infancia”; “allí pasé los mejores veranos de mi niñez”; “cómo hecho de menos las fiestas del final del verano”… Los recuerdos expresados por los que, en algún momento, fueron usuarios de este espacio que se construyó a principios del siglo XX, son casi tantos como las opiniones en las que muestran su enfado por el actual estado en el que se encuentra. En el Balneario, las familias de Santa Cruz pasaban el verano, así como en la residencia José Miguel Delgado Rizo, anexa al edificio principal y distribuida en cuatro plantas. La clase trabajadora era la principal beneficiaria, de forma que podían, durante 15 días y por turnos, alquilarse las habitaciones y veranear en el recinto.

Luisa Batista fue una de esos miles de niños y niñas que disfrutaron del mejor Balneario. A sus 68 años, recuerda con cariño y nostalgia un espacio que formó parte de su infancia y de su juventud, en el que, su abuelo, Maestro Pepe, desempeñó la función de encargado del recinto durante años. “Nosotros íbamos todos los días; mis hermanos y yo pasábamos las mañanas en el Balneario y para nosotros era un auténtico disfrute”. Luisa siguió acudiendo al espacio ya de adolescente cambiando la compañía de sus hermanos por la de sus amigos. “Jugábamos en las pistas, nadábamos y también íbamos a alguna fiesta”, señala esta mujer que, asimismo, fue usuaria de la residencia. “Era para trabajadores y no podía usarla todo el mundo. Nosotros íbamos con mis padres y te tocaba cada cierto tiempo”. Luisa habla con añoranza de este espacio cuyo uso define como un “goce total”. “Son muchos y buenos recuerdos”. Para Luisa es “incomprensible” el “deplorable” estado en el que se encuentra el inmueble. “Es un edificio al que se le puede sacar mucho partido, en el que hacer actividades para la infancia, pero también para todas las edades”. “Es incomprensible que el Ayuntamiento o la administración que sea, con ese edificio y ese espacio, no le saquen partido”. Luisa reconoce que, a veces, le dan ganas de llorar cuando piensa en el estado en el que se encuentra su “querido Balneario”.

BALNEARIO SANTA CRUZ TENERIFE ESTADO ACTUAL
Actual estado de abandono de las instalaciones. / Fran Pallero

En este recorrido por lo que fue el principal recinto de ocio de muchas familias humildes de Santa Cruz, Ángel López (44 años), no solo tiene sus propios recuerdos como usuario sino que se ha convertido en la voz pública que clama para que sea rehabilitado antes de que el paso del tiempo y la desidia acaben con él. Es uno de los miles de chicharreros que disfrutó de este emblemático espacio en el que muchos aprendieron a nadar, vivieron sus primeras fiestas o sus primeros amores. Ángel era uno de esos niños que jugaba en la canchas y se bañaba tanto en las piscinas como en el mar. “Había un frontón, piscinas, la playa…, lo que hay ahora no tiene nada que ver con el Balneario de mi infancia”. Recuerda cómo él y sus amigos se colaban en la piscinas o cómo se celebraban cumpleaños o bodas: “Unos vecinos míos se casaron ahí”. “Era el único sitio de baño al que la gente más humilde de Santa Cruz podía acudir, familias enteras veraneaban en el Balneario”, detalla. Tenía su propia playa, “de arena negra como la de Las Gaviotas” y había un muellito desde donde él y sus amigos se lanzaban al agua. “Tenía tres piscinas, una para niños pequeños, otra normal y una olímpica, la primera de Tenerife”, rememora. “Creemos que de verdad se puede recuperar este espacio, igual que se hizo con la antigua Casa Cuna, aquí se podría hacer algo parecido”, defiende Ángel, hablando ya como miembro de la Plataforma en Defensa del Balneario. “Podría rehabilitarse como centro deportivo en el que, por ejemplo, aglutinar a todos los club de natación que ahora mismo no caben en las piscinas municipales”, sugiere. Aunque la idea de que en este lugar se instale el Centro de Salud de Anaga y uno de carácter sociosanitario no es algo que haya salido desde el seno de la Plataforma, cree que hay espacio suficiente para todo. “No solo son los metros ya construidos, sino que además, si el Gobierno de Canarias quisiera, se podría ampliar”.

Jesús Hernández, es otro de esos usuarios, el más joven (36), pero que, al igual que el resto, mantiene intacto sus recuerdos de veranos felices en las instalaciones del Balneario, más si cabe teniendo en cuenta que su abuelo gestionó el bar. “Era un sitio muy familiar al que acudía gente de todos los barrios de Santa Cruz. Viví muchos veranos allí”. Al igual que al resto, sus sensaciones retrospectivas de aquellos años son una mezcla de tristeza y nostalgia. Defiende su rehabilitación y considera que es “lamentable” que no se haya reformado. En busca de remover conciencias, Jesús es el autor del cortometraje-documental que ayer se estrenó en el Ateneo Miraflores y que lleva por título Aquellos añorados años: Balneario de Santa Cruz, que recoge siete entrevistas a trabajadores y usuarios del mismo.

Un ambulatorio, un centro para mayores o un espacio para el ocio y el deporte son algunas de las propuestas con alternativas que se han barajado estos años para el Balneario. Antes, el Gobierno de Canarias, propietario del inmueble, debe materializar la inversión comprometida de 2,6 millones para el refuerzo estructural del inmueble y la estabilización de las fachadas. Para ello será necesario que formalice la encomienda de gestión a Gestur para que proceda a la redacción y ejecución de las obras. Desde el Cabildo, hace solo unos días, y de forma unánime, se aprobó una propuesta de Podemos para instar al Gobierno a que acelere la recuperación. Mientras todo eso llega, solo los recuerdos mantienen en pie al Balneario.

UN DOCUMENTAL QUE NAVEGA POR LA MEMORIA DE LOS VERANOS FELICES

BALNEARIO SC DOCUMENTAL JESÚS HERNÁNDEZ
Jesús Hernández

Jesús Hernández (en la imagen) estrenó, ayer, en el Ateneo Miraflores el documental Aquellos añorados años. En él, siete personas recuerdan lo que fue trabajar o disfrutar del Balneario de Santa Cruz. Entre ellos las voces de Antonio Ramos, chófer oficial del Balneario, Dolores Hernández, autora del libro El Balneario de Santa Cruz y sus aledaños o Julián Delgado, músico en la orquesta del restaurante.

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